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Todos queremos lograr nuestros objetivos de seguidores y ventas en Instagram, pero esta búsqueda ha llevado a muchas personas a crear y participar en sistemas que al día de hoy la plataforma penaliza y debes evitar a toda costa. Me pareció importante crear este artículo porque aún hay personas que continúan participando en las siguientes acciones ya sea por desconocimiento o porque supuestos “profesionales” se las recomiendan, cuando lo único que están logrando es perjudicarse a sí mismos.

Compra de seguidores falsos y bots

Iniciemos con uno que ya es clásico y conocido por muchos. La compra de seguidores y bots es una actividad altamente penalizada, que no solo puede llevar a tu cuenta a que su interacción y crecimiento se detenga, sino que incluso pueden llegar a cerrar tu cuenta.

¿Qué diferencia hay entre seguidores falsos y bots? Un seguidor falso es una cuenta creada únicamente para seguirte. No interactúan, no publican nada, simplemente infla el número de seguidores de tu cuenta. Muchas personas compran seguidores con la esperanza de tener un número grande que de una mejor presencia a la marca, pero en realidad están logrando todo lo contrario. Estos seguidores falsos son muy perseguidos por Instagram y es muy fácil para ellos detectarlos. No pasarán más de 1 o 2 semanas para que tu cuenta empiece a perder seguidores de forma rápida ¿por qué? porque Instagram está eliminando esas cuentas, regresas a tus números reales y te verás penalizado.

Los bots son cuentas manejadas por computadora que cumplen la función de generar interacción. Empiezan a dejar comentarios y hasta dar like, pero simplemente son cuentas manejadas por una máquina. A estas cuentas les ocurre lo mismo que a los seguidores falsos y si Instagram detecta que la actividad de estos bots hacia tu cuenta puede deberse a que has pagado por ello, te penalizará.

Grupos de engagement

Escalemos un nivel más en prácticas comunes. Los grupos de engagement nacieron como una forma de aumentar la interacción de las cuentas sin recurrir a seguidores falsos o bots. Básicamente son grupos en los que muchas cuentas están y definen un horario para que al momento de publicar cada una contenido, entre todas se dan like, comentan y comparten el contenido.

A la primera pareciera que no tiene nada de malo este tipo de actividad, pero la realidad es que sí perjudica en 2 aspectos importantes. El primero es que Instagram penaliza todo aquello que no sea auténtico, por lo que si de alguna manera detecta que se está llevando a cabo esta actividad no solo tú sino todas las cuentas participantes serán penalizadas. Lo segundo es que el alcance que obtienes con esta práctica no te sirve de nada.

Estás viendo que tus números se inflan, pero esto no te permitirá saber cuál es tu alcance real, por lo que no podrás tomar las decisiones correctas. Seguramente si dejas el grupo y empiezas a publicar normalmente, descubrirás que tus publicaciones no son atractivas, no aportan valor y por ende por sí solas son incapaces de atraer personas, sin mencionar que estos números no te genera ventas.

Seguir o dejar de seguir demasiadas cuentas en el día

A diferencia de las prácticas anteriores que no son tan comunes ya, la “estrategia” de seguir y dejar de seguir o el típico “sígueme y te sigo” continúan aún en funcionamiento por parte de muchas cuentas. Esto genera problemas porque de entrada Instagram ya tiene más que perseguida la frase “sígueme y te sigo” y sus variantes, por lo que si empiezas a publicarla en comentarios y otras cuentas lo único que lograrás es que la plataforma ponga sus ojos sobre ti.

Por otro lado Instagram posee unos límites sobre la cantidad de personas a las que puedes seguir y dejar de seguir (200 cuentas por día – 10 cuentas por hora). No significa que en una hora no puedes seguir específicamente más de 10, sino que Instagram estará pendiente de este comportamiento y lo notará como anormal si lo haces recurrentemente, lo que puede hacer que te penalicen. Además seguir y dejar de seguir cuentas solo infla tus números, pero los seguidores que ganas no están allí porque les interesa e interactuaron con tu contenido, lo cual básicamente lo convierte en un seguidor fantasma que, en muchas ocasiones dada su baja actividad, sería incluso mejor que no te siguiera.

Spam a través de mensajes directos

Por último una práctica poco común pero que es importante resaltar. Hay personas que en Instagram se trajeron la típica “estrategia” de email marketing y WhatsApp en la que envían mensajes de forma masiva a todos. Si bien en email y WhatsApp existen casos y herramientas puntuales que te permiten crear una estrategia real, en Instagram el SPAM, el envío constante de un mismo mensaje a muchas personas, está penalizado y es muy fácil de detectar, por lo que es mucho mejor utilizar tu cuenta para generar una interacción real con tus seguidores.

¿Conocías estas prácticas? ¿Alguna vez usaste una de ellas?

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