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Te llenaste de valor y tomaste la decisión consciente de tener tu propio negocio, dejar de trabajar para alguien más y esforzarte para tener algo tuyo pero ¿en qué emprender? Incluso puede que ya tengas una idea de negocio, pero tal vez te sientas inseguro de si vale la pena, de si es la decisión correcta o si mejor deberías elegir otro tipo de negocio.

El gran problema es que la mayoría toma la decisión basado en la idea de cuál negocio puede darte mayores ingresos. No es raro ver a personas meterse en negocios que no entienden, pero que les vendieron la idea de hacerse millonarios de la noche a la mañana, solo para terminar amargados, haciendo algo que les disgusta y que ni siquiera les da el dinero suficiente para renunciar a sus empleos. ¿Qué pasa si te digo que la peor variable a tener en cuenta es la cantidad de dinero probable que puedes ganar? Obvio todos queremos ganar dinero, pero a largo plazo no es lo más importante.

¿Cuál es tu día de trabajo ideal?

Hay negocios que son más exigentes que otros y cada uno tiene requerimientos diferentes. Hay los que tienes que desplazarte o los que puedes pasarte todo el día frente al computador. Hay físicos y digitales. Hay los que tienes que interactuar con clientes y otros en los que no es necesario. Hay los que compaginan muy bien cuando tienes hijos y otros que demandarán demasiado tiempo de ti.

Como ves tu día ideal compete muchas variables y solo tú puedes definirlas. Conozco personas que tienen tan claro lo que quieren que solamente emprenden en negocios que cumplan enteramente sus necesidades, incluso descartando proyectos que podrían darles mucho más dinero. ¿De qué sirve que ganes mucho si luego te sentirás un esclavo haciendo algo que no le gusta? ¿De qué sirve ganar mucho si no puedes vivir la vida que quieres? El dinero es importante, pero en demasiadas ocasiones lo sobrevaloramos y esto debido a que no tenemos claro lo que queremos en la vida.

Si ya tienes un negocio que te interesa pregúntate si este cumple con tus criterios de vida y si no lo hace, al menos cuestiónate si estás dispuesto a sacrificarte de esa manera. No imaginas la cantidad de veces que he visto a personas invertir en un negocio y abandonandolo tiempo después porque o bien no se ajusta a su estilo de vida o no estaba dispuesta a hacer el sacrificio necesario. No está mal que te pase alguna de las dos, pero por eso es fundamental que analices este punto antes de lanzarte.

¿Cómo se encuentran tus finanzas?

Ya comenté anteriormente que estamos en esto para hacer dinero y si bien dije que el dinero que puedes ganar no es el factor más importante, hay algo que tiene que ver con dinero que sí lo es: tus finanzas.

Quiero ser lo más directa posible en este punto. Si te encuentras en una pésima situación económica emprender puede que no sea tu mejor opción. Sí, las redes sociales están llenas de historias maravillosas de personas que encontrándose en una mala situación económica salieron adelante y está bien, ciertamente son cosas que pasan, pero eso no significa que ocurra siempre. La realidad es que por cada persona que le salió bien, pueden haber otras 10 que se hundieron más.

¿Es mejor no emprender? No, lo que de verdad debes tener presente es que muy seguramente para hacer que tu negocio crezca y se convierta en algo a largo plazo necesitarás reinvertir todo lo que ganes. Muchos negocios han fracasado porque el dinero ganado se usa para cubrir deudas personales o peor aún se malgasta. Una persona con baja inteligencia financiera no importará cuánto gane, porque todo el dinero del mundo será insuficiente.

¿Qué hacer entonces? Tienes varias opciones:

  • Estabilizar tus finanzas personales antes de emprender. De esta manera tendrás menos presión y tu negocio podrá crecer con sus ganancias iniciales.
  • Emprender en negocios que no requieran inversión inicial. Normalmente estos son aquellos en los que te pones en contacto con otros negocios y les ofreces vender sus productos a comisión.
  • Trabajar tu inteligencia financiera y ser consciente al momento de emprender de qué es lo que te dará mayores resultados a largo plazo.

Debes aprender a vender sí o sí

Hay una frase que me encanta y es “quien sabe vender nunca le faltará el trabajo”. Saber vender es seguramente la mayor característica de cualquier emprendedor y lastimosamente muchos quieren saltarse este paso. Mi tercer consejo para elegir en qué emprender es que aprendas, como mínimo, las bases de las ventas, puesto que esto te abrirá todo un campo de posibilidades porque si no lo sabías saber vender te ayuda a:

  • Escribir contenido de mayor calidad para atraer nuevos clientes.
  • Saber qué palabras utilizar para cerrar ventas por chat, llamadas e incluso presencial.
  • Promocionarte de forma efectiva y que más personas se interesen en ti y tu negocio.
  • Realizar mejores tratos con proveedores.
  • Comunicarte mucho mejor en tus redes sociales.
  • Aumentar los ingresos de tu negocio.

Lo mejor de este consejo es que ahora no te preocupas tanto de si el negocio cumple tus expectativas de vida o ingresos, porque podrás moldearlas a tu antojo. Quien sabe vender gana lo que sus esfuerzos le permiten, no lo que le toca. Quien sabe vender trabaja de la manera que le plazca, puesto que lo más importante es que genere dinero de la manera que quiera. Quien sabe vender tiene espacio en cualquier proyecto.

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