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Recuerdo el pánico en el que nos encontrábamos hace 1 año. Por primera vez vivíamos una situación global que nos unía a todos por igual. Al principio, si bien asustados, pensábamos que sería algo extraño pero pasajero el tema de las cuarentenas y todas las restricciones que vivíamos. Incluso muchos nos lo tomamos como un super descanso para saltarnos un poco la rutina, pero poco a poco la incertidumbre se apoderaba de nosotros.

Cuando comenzamos a entender que esto no sería algo de 2 semanas, es cuando nuestros empleos y emprendimientos empezaron a peligrar. Aún recuerdo las largas reuniones con mi esposo pensando en qué era exactamente lo que íbamos a hacer para mantener nuestros negocios a flote y no despedir a ninguno de nuestros trabajadores, al mismo tiempo que creamos un plan de contingencia que nos permitiera sobrevivir sin ingresos la mayor cantidad de tiempo posible . ¡Fue una completa locura! y en varias ocasiones realmente nos preguntamos si saldríamos de esta. Lo que terminó ocurriendo es que, al igual que muchos que lean esto, muchos proyectos se cayeron, muchas oportunidades de negocio quedaron en el olvido, se perdió mucho dinero, paz mental… pero aquí seguimos y tú también.

¿Te has puesto a pensar que si estás leyendo esto es porque has sobrevivido? Y no me refiero solamente a un tema de salud, sino al hecho de que tus sueños, tus ganas de salir adelante, de mejorar, de tener tu propio negocio o hacer creer el que ya tienes siguen allí, encendidas como una pequeña llama que se niega a apagarse y quiero que guardes esa idea en tu mente porque hay una verdad muy importante que quiero contarte y necesitarás esa llama para soportar: ocurrirán más situaciones menores, iguales o peores que esta pandemia.

¿Por qué quiero decirte esto? Porque primero has descubierto tras este largo año de retos que puedes seguir adelante. Puede que aún no te encuentres viviendo la vida que quieres pero ¡SIGUES AQUÍ! sigues teniendo la posibilidad de crear y esa capacidad de no rendirse es fundamental para cualquiera que quiera hacerse llamar emprendedor. Segundo porque simplemente la vida es parecida a ir en una montaña rusa, tiene sus altos y sus bajos. No sé si ocurrirá otra pandemia, pero seguramente sí ocurrirán situaciones personales, locales, nacionales y mundiales que serán nuevos retos, nuevas aventuras y es necesario prepararnos.

¡Sobrevivimos! ¿Y ahora qué? En mi vida personal y profesional lo que hemos vivido durante el último año me llevó a replantear muchos aspectos de mi vida:

  • Capacitarse aún más para mantenerme al corriente de lo que está pasando en el mundo de los negocios y el marketing para implementarlo en mis negocios.
  • Estudiar mucho más qué hacer en situaciones de alta incertidumbre. Afortunadamente contábamos con un plan de contingencia, pero también nos dimos cuenta que pudo ser mejor en diversos aspectos si prestamos más atención.
  • Priorizar la salud mental. En el pasado, querer sacar los proyectos y negocios en los que me metía podía llevarme a quemarme. Sabía que mantener un balance entre hábitos saludables y el trabajo era fundamental, pero la pandemia me hizo verlo aún más importante.

Anticiparse será la clave para que sigamos sobreviviendo personal y profesionalmente, pero hay muchos que siguen soñando con un mejor futuro para sus vidas, pero no están haciendo nada para cambiar sus hábitos, sus pensamientos, sus acciones. Si llegaste hasta el final de este artículo ya haces parte de un pequeño porcentaje de personas que lo logra y eso significa que una parte de ti se encuentra comprometida con el cambio, la mejora, con el soñar y ACTUAR por un mejor futuro. ¡Estás aquí! Agradece y pasa a la acción.

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