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¿La tecnología no es lo tuyo? Consejos para iniciar tu negocio en Internet

Hace 15 o 20 años la “razón” por la que muchas personas decían no poder emprender era el dinero, la falta de conocimiento para los tipos de negocios de esa época e incluso no disponer de algún título universitario. Hasta cierto punto podría darles la razón puesto que en esas épocas quien se decidía a emprender era un auténtico temerario; implicaba vendarte los ojos y saltar al vacío a la espera de que todo saliera lo mejor posible. Ese mundo quedó atrás y hoy emprender se encuentra al alcance de cualquier persona que cuente con 2 factores fundamentales:

  • Un computador o incluso un celular
  • Una mente sin excusas

La nueva “razón” de moda es que emprender requiere conocimientos en tecnología y la mayoría de personas cierran su mente y autoproclaman “a mí la tecnología no se me da”, “yo para esas cosas soy muy malo” y un montón de excusas más. Aunque siendo sincera, también puedo darles la razón porque aquella persona que sin intentarlo dice que NO es capaz de hacer algo tiene toda la razón; mentalmente ya se rindió. La tecnología llegó para quedarse y cada vez estará más presente en cualquier campo de nuestras vidas. Esta idea suele abrumar a muchos y no es para menos, la velocidad a la que está cambiando todo es mucho más rápida que nuestra capacidad de adaptación, pero este fenómeno también genera un cambio que nos beneficia a todos: la tecnología se hace cada vez más accesible.

Cuando los primeras radios, televisores y computadores comenzaron a aparecer, las generaciones anteriores a estas apenas si lograban manejar estos aparatos puesto que su uso era bastante complicado, sin mencionar que eran costosos en sus inicios y no todos podían permitirse uno. Hoy vivimos en una era donde personas de la tercera edad y campesinos de pueblos lejanos tienen un teléfono inteligente con el que hacen videollamadas para conectarse con sus familiares y amigos. Esto mismo ocurre en el mundo del emprendimiento. En este artículo quiero compartirte unos consejos para que rompas la barrera mental de la tecnología y por fin puedas aventurar a generar nuevas fuentes de ingreso en tu vida.

  1. Todo se puede aprender en internet GRATIS

Si te consideras alguien que no domina la tecnología, pero estás leyendo esto, significa que tienes un concepto erróneo de lo que necesitas saber de tecnología para emprender. Claro, hay temas tecnológicos que definitivamente solo personas que pasen meses y años estudiando dominarán totalmente, pero para empezar tu propio negocio no necesitas conocimientos complejos. Es más, con los conocimientos que usaste para llegar hasta este artículo podrías perfectamente convertirte en una Emprendedora Messú, distribuir nuestros productos en internet y recibir ganancias de hasta un 50% (si quieres saber más de este proyecto ingresa a https://distribuye.messu.com.co).

Sin embargo, si aún sientes que te falta conocimiento puedo decirte que te encuentras en la mejor época para aprender algo nuevo. Si vas a YouTube y escribes:

  • Cursos de computación básica
  • ¿Cómo manejar un smartphone?
  • Curso de Instagram para principiantes
  • Etc.

Encontrarás todo lo que necesitas para sentirte cómodo. Como mencioné al iniciar este artículo: tu único obstáculo son las excusas de tu mente. Hoy la información se encuentran al alcance de todos y te hablo en serio cuando te digo que el conocimiento para empezar tu propio negocio no es tan complejo como tal vez piensas. Mis cursos de ventas, Facebook, Instagram, WhatsApp, etc, los compran personas de todo tipo y edades y me llegan cientos de mensajes del tipo “no puedo creer lo sencillo que es y los grandes resultados que da”. Solo necesitas dar el siguiente paso en tu vida.

Puedes encontrar todos mis cursos virtuales en https://caroramirezemprende.com 

  1. Instagram es lo más fácil

Hace solo unos años Facebook era la red social por excelencia y si bien continúa estando a la cabeza, Instagram ha tomado el trono como la más usada y en la que más tiempo pasan las personas ¿por qué? ¡porque es super simple de usar! El atractivo de Instagram es que a pesar de su enorme poder y de todas las posibilidades que tiene, la manera como se interactúa con esta es sencilla, clara y asequible para cualquier persona o negocio.

Si quieres empezar tu propio negocio te recomiendo que no mires a otras redes sociales diferentes a Instagram. En Facebook crecer sin invertir dinero es muy difícil y YouTube demanda una cantidad gigante de tiempo para ver resultados, mientras que en Instagram con que seas organizado, planees tu contenido y tengas una estrategia clara puedes empezar a obtener resultados de forma fácil y rápida. Sí, será necesario que más adelante aprendas temas más complejos, pero para iniciar no los necesitas. Da un paso a la vez.

  1. Entrena tu mente

¿Cuál es la mejor manera para aprender de tecnología? Dándote permiso de pensar y tratar de encontrar soluciones por tu cuenta. Supongamos que en Instagram ves que alguien hace una publicación muy bonita pero no tienes idea de cómo lo hizo. La mayoría de personas ven eso y se rinden, piensan que por no saber hacer eso no serán capaces de crecer. Mientras que otro pequeño porcentaje de personas piensan ¿cómo lo hizo? y emprenden en búsqueda de la respuesta:

  • Puedes escribirle a la persona y preguntarle cómo lo hizo.
  • Puedes sentarte por horas en la aplicación y ponerte el reto de encontrar la respuesta, la función que estás buscando.
  • Puedes buscar en internet una guía de Instagram.

Al final este punto se resume en ¡HAZ ALGO! Las personas que no alcanzan el éxito son aquellas que se quedan congeladas, paralizadas por no saber hacer algo. Quienes lo alcanzan son las personas que no están dispuestas a irse a la cama sin haber encontrado la solución a lo que quieren hacer. La pregunta es ¿qué tipo de persona eres tú?

 

¿Cómo definir a tu público objetivo?

No importa el negocio que tengas. No importa la estrategia que estés interesado en implementar. No importa el tipo de producto/servicio que brindes. No importa si te encuentras en Latinoamérica o en China. Si no conoces a tu público objetivo, tu negocio está destinado al fracaso a largo plazo. Esta es la razón #1 por la cual el 80% de los emprendimientos fracasan en los primeros 2 años y aún muchas personas parecen no haberse dado cuenta de ese detalle fundamental. En este artículo te ayudaré a entender mejor el por qué conocer a tu público objetivo es fundamental y te daré algunos consejos para que puedas pasar a la acción.

Empecemos respondiendo a la pregunta ¿por qué fracasa un negocio? La respuesta puede ser tan variada como se quiera:

  • Falló el modelo de negocio.
  • Las personas dejaron de comprar el producto/servicio.
  • Los costes de operación eran más altos que las ganancias.
  • Y un largo etc.

La realidad es que casi cualquier razón estará ligada a la falta de conocimiento del público objetivo y de lo que este quiere. Un modelo de negocio no tendría porque fallar a menos que no se haya testeado primero con clientes reales. Las personas dejan de comprar un producto/servicio SIEMPRE por una razón, no es simple falta de interés. Los costes de operación no deberían ser más altos que las ganancias si, nuevamente, se probaba desde un principio cuánto estaría dispuesto a pagar una persona por lo que vendes.

La razón por la que esto ocurre tan seguido es porque cuando una persona quiere montar un negocio se la pasa más tiempo pensando en qué podrían vender, que en si hay alguien interesado en comprar. Esta filosofía de “búsquemos qué hay para vender y emprender” funcionaba hace 15 o 20, hoy es una vía rápida para terminar con un negocio quebrado. Entonces ¿cómo se debe plantear un negocio? La mejor forma de explicarlo sería: “Encuentra primero a quién venderle. Luego buscas qué venderle”. Lo que básicamente significa enfocarte primero en qué necesidades, miedos, problemas y metas tiene un grupo de personas y luego preocuparte por saber cómo satisfacer esas necesidades.

¿Alguna vez has visto una idea increíble que no prospera? Esto pasa porque el hecho de que algo sea increíble no significa que la gente lo necesito y menos que lo quiera. Hay factores mucho más profundos que influyen enormemente en las decisiones de las personas. Una historia que me encanta por lo loca que es, es la del nacimiento de los productos en polvo para hacer pastelería. En los años 50 – 60 se inventaron estos prácticos productos que básicamente solo tenías que calentar para tener un pastel, un pancake, etc, pero en ese tiempo ¡no se vendían! ¿Por qué un producto que hoy es tan común no se vendía cuando salió? Por la falta de conocimiento del público objetivo y la cultura.

Estamos hablando de una época en la que la figura de la mujer en Estados Unidos era muy marcada. La mujer era la encargada del hogar, los niños y la comida. Que una mujer supiera cocinar era fundamental en esos tiempos para ser una “buena mujer” (cómo cambian las cosas). Tras ver el fracaso de estos productos descubrieron que las mujeres no querían comprarlos porque no les interesaba el tema de la practicidad, sino el de demostrar sus habilidades ante familiares, amigos y vecinos, sin mencionar la importancia de las recetas que pasaban de generación en generación.

¿Cómo solucionaron las empresas de estos productos el problema? Añadieron a la fórmula 2 huevos. Este simple hecho de que haya una “receta” por seguir, por simple que fuera, catapultó las ventas. Increíble lo que conocer a tu público objetivo puede hacer. Lo mejor de todo es que tu también puedes hacerlo y empezar a ver resultados ahora mismo

  • ¿Quién te compra?

 

Si ya has tenido clientes, es momento de sentarte con la base de datos de todos ellos y estudiarlos. Encuentra patrones: gustos, miedos, bloqueos, aspiraciones, estilos de vida, etc. De esta manera empezarás a crear un perfil de cliente ideal. Seguramente descubrirás que muchos de ellos compraron tu producto/servicio por la misma razón y esa razón puede que sea el enganche más potente para tus discursos de venta. Puede que incluso en el proceso descubras cosas que a la gente no le gusta de tu negocio y será un punto de partida para empezar a mejorar.

Si empiezas de cero y no cuentas con ninguna base de datos lo mejor que puedes hacer es testear. Define en un papel al menos 3 perfiles de personas que creas que puedan comprar tu producto o servicio y sal a ofrecer tus productos a esas personas. La forma más rápida, fácil y barata de hacerlo es a través de publicidad en redes sociales. Creas un anuncio para cada tipo de público y evalúas los resultados. No tienes que invertir demasiado. Incluso invirtiendo lo mínimo que ter permita instagram por un período de 7 días tendrás información para empezar a definir tu público objetivo.

  • Prueba, prueba, prueba.

 

Ya lo hemos mencionado varias veces, pero es que realmente el probar es el secreto en el marketing digital. He conocido negocios que llevan años haciendo exactamente lo mismo sin resultados y nunca se les ha pasado por la cabeza sentarse a analizar qué está funcionando y qué no. Lo que funciona se sigue haciendo, lo que no se reemplaza por algo nuevo. Respecto a crear un público objetivo, es imposible tener claro quién es tu público a menos que lo pongas a prueba. Por eso, una vez tengas datos de personas interesadas reales, todo lo que queda es probar.

  • No tengas miedo de preguntar

 

Algo que seguramente harás durante toda la vida de tu negocio será interactuar con las personas interesadas (y no interesadas) de tus productos y servicios. ¿Sabes cuáles han sido los momentos en los que más he conseguido clientes nuevos? Cuando me he tomado el tiempo de sentarme a escuchar a quienes ya me han comprado e incluso a quienes no me han comprado nunca. Registra toda la información que te brinden y luego analiza cuidadosamente para encontrar nuevos patrones.

Todo lo anterior tendrás que repetirlo de forma constante. La supervivencia de un negocio depende de qué tanto este es capaz de adaptarse a los cambios de las personas, cambios de tendencias, etc. 

 

¿Sigue Facebook funcionando como red social para vender?

Hoy todo el mundo habla de Instagram y WhatsApp como fuerzas inseparables para vender en internet y potenciar cualquier negocio digital. Pero hasta hace unos años no se hablaba demasiado de ellas, sino que quien dominaba el mundo de las ventas en internet era Facebook. Es más, cuando las redes sociales empezaron a ponerse de moda, fue Facebook el líder en ese sector y las Fan Page llenaron internet; sin embargo, ya hoy nadie habla de Facebook. ¿Continúa siendo importante a la hora de crear una estrategia de ventas digitales?

Vamos por partes. Una de las razones por las que ya Facebook se menciona como algo del montón es por los enormes cambios que ha tenido con los años. El algoritmo de Facebook tiene actualmente 2 factores que dificultan enormemente el crecimiento en esta red social:

  • Dan prioridad al círculo social de las personas (amigos, familiares, conocidos, etc.) más que al contenido que los negocios publican. Sí, vemos anuncios por todos lados, pero en lo que se refiere a contenido orgánico (no pago), Facebook prioriza las publicaciones personales. Este detalle hace que el segundo factor del algoritmo sea aún más determinante.
  • O pagas o no creces. Hoy es casi imposible de forma orgánica hacer crecer una página de Facebook a menos que realicemos alianzas con otros negocios que nos envíen personas o pasar largo tiempo yendo de grupo en grupo de Facebook compartiendo nuestro contenido de calidad. E incluso si haces lo anterior, tarde o temprano te verás forzado a promocionar tu contenido para ampliar tu base de seguidores.

Esto ha hecho que muchas personas migren a Instagram ya que en esta red social, con un correcto manejo de contenido, historias y hashtag, puedes perfectamente crecer de forma orgánica. No crecerás tan rápido como si promocionas contenido, pero sí lo suficiente como para empezar a ver resultados en tu negocio, lo que la convierte en la red social ideal para crecer cuando empiezas de cero. ¿Significa que Facebook ya no sirve? No, significa que las reglas del juego cambiaron completamente. Facebook, en lo que respecta a atracción de clientes potenciales, continúa siendo una fuerza aún más poderosa que Instagram, pero para aprovechar todo ese potencial es necesario algo que ya hemos comentado repetidamente en todas partes: contenido de valor.

Para entender cómo funciona el contenido de Facebook, es necesario entender cómo se comportan las personas en esta red social. ¿Qué pasa si te dijera que cada persona se comporta diferente en Facebook, Instagram, YouTube e incluso WhatsApp? ¿Te ha pasado alguna vez que publicas un estado en Instagram, pero que no puedes publicarlo en WhatsApp (a menos que bloquees la visualización a algunas personas) porque seguramente muchos de quienes te ven allí no entenderían o se enojarían? Bueno, lo mismo ocurre con Facebook.

Instagram se convirtió, a rasgos generales, en una red social donde las personas comparten su estilo de vida, gustos y el contenido que consumen va mucho más relacionado con esto. Aquí las personas se expresan mucho más abiertamente compartiendo su día a día. En Facebook pasa algo diferente. Aquí, debido a que las personas suelen tener agregadas a familiares, profesores, conocidos de la familia, etc, el contenido que se consume y aún más importante el que se comparte, suele estar más ligado a temas que están dispuestos a que sus padres y familiares cercanos vean. Puede que no lo notes o incluso que no lo hagas, pero te reto a que hagas el experimento de analizar las cuentas de tus amigos o familiares tanto en Facebook como en Instagram y descubrirás que en muchos casos el contenido es diferente.

¿Cómo podemos aprovechar esto a nuestro favor? Utilizando la herramienta más poderosa de crecimiento que tiene Facebook: el compartir. Mientras que en Instagram las opciones de compartir contenido son algo limitadas, lo que precisamente incentiva un sentido de privacidad y personalidad, en Facebook es el botón más importante y el que puede catapultar tu negocio ¿cómo usarlo? Creando contenido que, además de que sea del gusto de la persona, tiene que estar lo suficientemente planeado para que la persona quiera compartirlo con su entorno en Facebook. Me explico.

Pongamos por ejemplo una banda musical del género que quieras. Mientras que en Instagram el contenido de valor para generar likes y comentarios sería mostrar el detrás de cámaras de un video musical o el inicio de una nueva canción que saldrá, para Facebook funciona mucho más un video de la banda hablando como ayudaron a una comunidad con el dinero recaudado en uno de sus conciertos. En Instagram los amantes de la banda seguramente darían like y comentaran cuánto les encanta la canción, mientras que en Facebook estarían más que felices de compartirle al mundo como su banda favorita está ayudando a otras personas. Si publicas el detrás de cámaras del video musical en Facebook no tendría el mismo impacto porque, si bien habrá gente que lo comparta, no generará una reacción en cadena porque es probable que a los amigos y familiares del amante de la banda no les interese esa música, pero sí podrían estar interesados en compartir como una banda X está ayudando a otras personas.

Ese es el verdadero poder de Facebook y por eso a día de hoy continúa siendo una de mis fuerzas de venta más importantes en mis estrategias digitales. No es que Facebook haya muerto, sencillamente evolucionó en una red social poderosa en la que ya ni siquiera el contenido es el rey, el rey son las personas que siguen tu negocio. Lo mejor es que lo que te he contado sigue siendo la punta del iceberg. Si bien Facebook e Instagram son redes sociales independientes, se encuentran ligadas en lo que respecta a sus estrategias pagas digitales. Convertirte en un experto en ventas en redes sociales es fundamental para el crecimiento de tu propio negocio.

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¿Usas Facebook actualmente para vender? Cuéntame en comentarios.

 

¿Por qué el 80% de los emprendimientos quiebran?

¿Por qué el 80% de los emprendimientos quiebran?

Hace unos meses unos emprendedores en argentina querían aprovechar el boom de los domicilios para crear una aplicación destinada específicamente a comprar el mercado del hogar en ciertas cadenas de supermercados aliadas. Invirtieron cerca de 15 mil dólares (más de 50 millones de pesos colombianos) en una app impresionante que no tenía nada que envidiarle a Rappi, tenían un servicio de domicilios excelente en alianza con los supermercados, una buena inversión en marketing digital y al final el negocio fue un rotundo fracaso. ¿Por qué si tenían gran tecnología, un mercado que nadie estaba explotando, dinero para invertir y mucha determinación, quebraron? Porque se les olvidó un pequeño detalle ¿Quién compra el mercado en el hogar?.

En la zona donde estaban realizando el inicio del proyecto, las madres, abuelas y amas de casa continúan siendo quienes compran la comida en el hogar, lo cual de entrada generó varios obstáculos para la aplicación como el hecho de que muchas de ellas seguían prefiriendo comprar ciertos alimentos de forma presencial como la carne, frutas y vegetales. También se le sumaba que si bien ya todo el mundo usa un smartphone, pasaron por alto que ciertos segmentos de la población solo saben usarlo para funciones básicas, lo cual generó lo que en el mundo de los negocios se conoce como una “brecha tecnológica” o “brecha de conocimiento”, que es cuando no tenemos presente si el cliente potencial tiene el conocimiento necesario para utilizar nuestro producto/servicio. Por si fuera poco, si bien todas tenían teléfonos inteligentes, la mayoría eran de gama media o baja, por lo que realizar un pedido de 10, 15, 20 productos se volvía tedioso dadas las capacidades técnicas del equipo.

Podríamos continuar listando los errores que cometió el proyecto, pero lo que mejor lo resume es: no se preocuparon en ningún momento por escuchar al cliente potencial. Se tiene la idea de que en el emprendimiento una “buena idea” representa el 50% del trabajo y que el resto es solamente esfuerzo y determinación. La realidad es que una idea no es buena hasta que se pone a prueba, se investiga si existe un mercado, si las personas entienden tu idea, saben utilizarla y están dispuestos a pagar por ella. La clave para que un emprendimiento salga a flote es entender que el negocio es quien debe ajustarse al cliente, no al revés.

Los emprendedores del ejemplo pasaron por encima de las personas y simplemente pensaron “cualquiera puede descargar una aplicación” o incluso pudieron decir que “en el futuro todo será digital incluyendo los domicilios de este tipo” y sí, tienen razón. Seguramente llegaremos a un momento en que todo lo pediremos de forma digital (ya lo estamos viviendo con la cuarentena por la pandemia), pero eso no significa que el momento sea ahora o que la forma como lo hicieron sea la correcta.

Para muestra de un botón. Unos meses después de ese fracaso decidieron intentarlo una vez más, pero ahora sin tanta “maravilla tecnológica”. Solo se preguntaron “¿Qué tecnología sabe usar nuestro cliente potencial e incluso cualquier persona?”. No tuvieron que darle muchas vueltas puesto que la solución estaba sobre sus narices: WhatsApp. Implementaron un sistema mucho más sencillo utilizando WhatsApp Business y designando a través de los supermercados aliados zonas de operación. ¡Bingo! Los domicilios empezaron a fluir y aunque aún existen familias que prefieren comprar ciertos productos de forma presencial, eso no representa ninguna baja en las ventas, al contrario, conforme las personas iban confiando más en el servicio, más personas se aventuraban a pedir todo su mercado a través de WhatsApp.

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¿Qué habría pasado si desde un principio se hubieran preocupado por hablar con las personas, por entender sus necesidades, capacidades y cómo ayudarlas? Lo más probable es que se habrían ahorrado una gran cantidad de tiempo y dinero. Si buscas en internet proyectos de emprendimiento que fracasaron, te vas a dar cuenta que no eran “malas ideas”, en realidad eran muy creativas y algunas hasta te dejan con la boca abierta. ¿Por qué fracasaron entonces?.

No importa qué tanto sea capaz de hacer un producto/servicio si no se adapta al estilo de vida de las personas. Imagina una chaqueta tecnológica impresionante, que cargue inalambricamente tu celular, que tenga parlantes integrados, paraguas integrado, que tenga todo lo que se te pueda ocurrir, pero que no venga en tu color favorito o, peor aún, el color en el que viene no te gusta ¿la comprarías?. La chaqueta puede hacer mil cosas, pero un detalle tan simple como que no es de tu estilo puede hacer que no la compres. Tener comunicación directa con tus clientes potenciales y preocuparte por verdaderamente satisfacer sus necesidades son las estrategias de venta más poderosas que puedes tener a tu disposición.

Usa la tecnología a tu favor, preocúpate por tener un excelente diseño, un gran producto, pero nunca te olvides de escuchar a tus clientes.

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