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¿Emprender en 2020 o esperar a 2021 cuando todo se calme?

Muchas personas tenían metas para este 2020 y una de ellas definitivamente era la de por fin emprender o a impulsar mucho más el negocio que ya se tenía. Como todos ya sabemos, el COVID-19 cambió los planes de la mayoría, cerrando negocios, posponiendo proyectos y creando un ambiente de incertidumbre que aún hoy, 6 meses después de que todo esto empezara, se siente en el aire. Esto está tan masificado que incluso los típicos memes que solíamos ver en diciembre sobre “este año ya no alcancé a cumplir mis metas” los hemos tenido desde ahora. Incluso cuando hablas con varias personas estas te manifiestan que gran parte de sus sueños los han pospuesto hasta 2021, que prefieren esperar a que todo vuelva a la “normalidad”. Si eres una de las personas que está pensando en emprender pero no tienes claro si es un buen momento para hacerlo, en este artículo te compartiré algunos consejos para que puedas tomar una decisión.

El mundo no volverá a ser el mismo

Muchos esperan a que todo vuelva a la “normalidad”, cuando la realidad es que nada volverá a ser igual. El COVID-19 lo que realmente hizo fue acelerar una crisis que se presentaría a largo plazo. Es probable que en lo que se refiere a la forma como vivimos y nos cuidamos (el uso del tapabocas, las restricciones, etc) volverán en algún momento a lo que conocíamos antes, pero el impacto económico, las decisiones que las empresas están tomando para mantener sus flujos de caja, la inversión en tecnología que se está haciendo y mucho más seguirá avanzando.

La mejor decisión respecto a este punto ya sea si decides emprender ahora o en 1 año es reinventarse en conocimiento en la misma dirección que está mirando el mundo. Todo lo que sea digital será el futuro de la economía (y en realidad ya lo es), por lo que invertir en educación para entender cómo funciona el sistema será fundamental para cualquier momento de nuestra vida. Pero es aquí donde llega un punto interesante: las excusas.

Asegúrate de no estar usando la pandemia como excusa

La verdad es que muchas personas no están pensando conscientemente en sí este es un buen o mal momento, sencillamente están usando la pandemia como una excusa con mucho peso para no actuar. Mucha gente que quiere emprender lleva tiempo posponiendo esa decisión. Primero decían que era el dinero, luego que se estaban capacitando para hacerlo bien, luego que estaban esperando una super oportunidad y terminaron por llegar a decir que ya estaban listos para empezar, pero que mejor esperarían a 2021 cuando todo se calme.

Es verdad que el la pandemia cambió las reglas y que muchos negocios se vieron afectados, pero nada es más perjudicial para un emprendimiento que la inacción. Los negocios que peor la pasaron fueron aquellos que no tenían planes a largo plazo, ni planes de contingencia. Algunos dirán que la pandemia no podía predecirse y tienen razón, pero la crisis sí. Como emprendedores es necesario que siempre estemos informados sobre lo que está pasando en el mundo y en la economía y desde finales de 2019 se tenía claro que la economía caería en 2020. El COVID NO creó la crisis, sencillamente la aceleró. Aquellos negocios que sobrevivieron fueron los que:

  • Se anticiparon o…
  • Se reinventaron de forma rápida en medio de la crisis.

Así como hay negocios que desaparecieron, hubo otros que tomaron cartas en el asunto, se reinventaron y salieron con mayores ganancias que nunca antes. Es más, si estudiamos la historia de las grandes empresas del mundo descubriremos que la inmensa mayoría nacieron en medio de una crisis ¿cómo es esto posible? Pues porque las crisis no son eternas ni bloquean toda la economía. Si bien algunos sectores se ven afectados, otros se ven beneficiados y es precisamente así como funciona esto.

Ahora, si bien es posible empezar tu negocio en este 2020, no todas las personas se encuentran preparadas para hacerlo y de eso trata el siguiente punto.

¿Tienes un plan?

Muchos saben que quieren emprender, pero pocos saben siquiera qué es lo que harán, solo saben que quieren vender un producto/servicio, pero no tienen claro un plan que les permita salir adelante.

  • ¿Ya probaste lo que quieres vender?
  • ¿Ya sabes con certeza si existe un mercado (personas) que quiera comprar tu producto?
  • ¿Tienes un plan financiero?
  • ¿Ya sabes qué harás si el negocio no funciona?
  • ¿Tienes claros tus objetivos a corto, mediano y largo plazo y tienes una ruta específica de cómo vas a alcanzarlos?

Estas son solo algunas de las preguntas a las que ya deberías tener una respuesta y es muy probable que el 99% de quienes lean esto no sepan todo esto. Es aquí donde sale a colación una frase espectacular de Warren Buffet que es: “el riesgo viene de no saber lo que estás haciendo”. No es ni buena ni mala idea emprender en este momento, todo se resume en ¿sabes lo que estás haciendo? Los negocios no fracasaron porque llegó el COVID, si así fuera el 100% de los negocios existentes habría desaparecido, fracasaron por:

  • No entender la importancia del mundo digital.
  • No tener un plan de contingencia para la peor de las situaciones.
  • No reaccionar de forma correcta para solventar las pérdidas.

Yo lidero 3 negocios y las ventas cayeron un 50% en los primeros meses de pandemia. Para cualquier negocio eso es totalmente desastroso y para nosotros no fue la excepción; sin embargo, si bien no teníamos prevista una pandemia, sí teníamos previsto un plan en caso de que pasara lo peor. El resultado fue que pudimos hacer uso de los fondos de emergencia que llevábamos construyendo por mucho tiempo, reducir nuestros gastos tanto empresariales como personales y empezar a crear estrategias que nos mantuvieran a flote. Todo esto arrojó que pudiéramos sobrevivir, no tener la necesidad de despedir a ningún empleado (que suele ser la primera acción de muchas empresas sin pensar en el bienestar de esas personas) e incluso encontramos la manera de reinventar muchos aspectos de los negocios que en otras circunstancias no habíamos visto.

¿Cómo prepararte para la próxima crisis?

¿No hemos  aún terminado la que estamos pasando y ya te estoy hablando de una próxima crisis? Sí, tal vez no sea un panorama muy bonito, pero es justamente lo que va a ocurrir. Para 2020 ya se sabía que vendría una crisis económica, la pandemia NO generó la crisis, simplemente aceleró su llegada y amplificó sus efectos debido a todas las medidas que el mundo tuvo que tomar para sobrellevarlas. Aquí es donde viene el dato curioso; debido a la pandemia la crisis no se desarrolló tal cual estaba previsto ya que los mercados más que colapsar lo que hicieron fue congelarse y se tuvieron que realizar tantos cambios en el sistema, tantos acuerdos y posponer tantas situaciones que, dejando de lado el pánico inicial, la cosa va volviendo poco a poco a la “normalidad”.

Pero entonces ¿qué es lo que viene? Bueno, una de las grandes secuelas que dejará el COVID-19 es que las grandes empresas se dieron cuenta que depender de trabajadores humanos no les es rentable puesto que vieron frenadas por completo sus operaciones. Esto hizo que TODO el mundo empezará rápidamente a migrar todos sus procesos de forma digital y a invertir en tecnología que puede trabajar 24/7 sin ningún problema. La próxima crisis será un efecto en cadena:

  • Más y más empresas invertirán en tecnología para automatizar sus procesos.
  • Más personas serán reemplazadas por la tecnología y los índices de desempleo crecerán.
  • El desempleo será mucho mayor que la oferta disponible puesto que los trabajos que se buscarán estarán relacionados con el mundo de la tecnología como la programación, el marketing digital, los negocios en internet, etc, áreas que muchas personas, en especial mayores de 30 – 40 años, no dominan.
  • A más desempleo, menos personas compran ya no solo lujo y diversión, sino que también reducirá el valor de lo que se compra en una canasta familiar.
  • La economía explota puesto que las personas no tendrán para pagar sus deudas y obligaciones.

La realidad es que tendrás dos opciones: paralizarte por el miedo, quejarte con el gobierno, el sistema e incluso con la vida que te tocó o tomar las riendas de tu vida en este momento y disponerte a crear un plan de contingencia para lo que vendrá. Si esperas a que la crisis caiga sobre tu cabeza no tendrás el tiempo suficiente para actuar. Ahora bien ¿cómo prepararme? Aquí te comparto algunos consejos.

  1. Capacitarte.

No le daré vueltas al asunto e iniciaré con lo más importante: nunca parar de aprender. El mercado se mueve a tal velocidad que reinventarse profesionalmente cada 2 o 3 años es fundamental para mantenerse en la carrera. Durante la crisis actual las personas y negocios que lograron salir adelante son todos aquellos relacionados con el mundo de la tecnología y que supieron adaptarse a los cambios. Si no empiezas tu formación AHORA no tendrás tiempo más adelante. Tienes la opción de empezar ya para obtener ventaja competitiva en el futuro o esperar al momento en que todo el mundo en medio del pánico y la desesperación hagan lo mismo y no puedas competir fácilmente.

En mi academia virtual puedes encontrar mis cursos de ventas digitales, WhatsApp, Facebook, Instagram y mucho más, temas que ya hoy son cruciales, pero que en un par de años pueden marcar la diferencia en tu vida y negocio. Puedes encontrarlos aquí >>> https://caroramirezemprende.com/cursos-caro-ramirez/ 

  1. No dependas de una sola fuente de ingreso

Constantemente me preguntan que por qué tengo 3 negocios y sigo creando más proyectos. La respuesta es sencilla: depender de una sola fuente de ingresos es extremadamente riesgoso e incluso 2 puede ser a veces complejo si no se saben manejar correctamente. Las personas que peor lo están pasando en este momento son aquellas que solo disponían de una sola fuente de ingreso (regularmente su empleo) y muchas de ellas o bien lo perdieron o están en la incertidumbre de si podrán mantenerlo.

Emprender ya no es algo de simple gusto por tener algo propio, sino que se ha convertido en una necesidad para poder mantenerse estable tanto económica como mentalmente. Por fortuna nos encontramos en el mejor momento para hacerlo ya que existen gran cantidad de negocios en los que puedes emprender sin invertir mucho capital o incluso si tienes el conocimiento, sin apenas invertir dinero. Si quieres profundizar en este tema te comparto este vídeo de mi canal de YouTube donde podrás saber cómo empecé con solo 200.000 COP (60 USD aprox) y algunas ideas de negocio.

https://youtu.be/HciNoaZEQsU

  1. Aprende finanzas personales

Por último un consejo super importante es que debes saber de finanzas personales. Los próximos meses deberían estar enfocados reducir tus gastos, pagar todas tus deudas y ahorrar. Muchas personas piensan que la libertad financiera es tener un flujo de dinero que nunca termina, pero eso es irreal. La libertad financiera se alcanza cuando sabes administrar el poco o mucho dinero que tienes. Un consejo que recibí hace mucho tiempo es que si no sabes administrar el poco dinero que tengas, tampoco lo sabrás administrar cuando tengas mucho. Más dinero NO resuelve el problema, solo lo resuelve ser consciente de tus finanzas, no gastar dinero que no puedes permitirte en cosas que no necesitas y ser muy disciplinado con el ahorro.

¿Ya te estás preparando para la próxima crisis? Déjame en comentarios.

 

¿No sabes vender? Aquí 3 consejos para que te conviertas en EXPERTO

Iniciemos este artículo con una verdad necesaria: NO importa lo que hagas en tu vida o a lo que te dediques, SIEMPRE te estás vendiendo. Cuando vas a una entrevista de trabajo, cuando conoces a alguien nuevo, cuando quieres transmitir una idea que has tenido, en estas y muchas otras situaciones te estás vendiendo, estás intentando convencer a otras personas de algo. Esto es curioso porque en nuestra sociedad la figura del vendedor se encuentra algo tergiversada por las personas. Asocian un vendedor con una persona que te meterá por los ojos algo que no necesitas solamente por quedarse con tu dinero. Imagen que no recibe ayuda si vemos como grandes almacenes y supermercados se la pasan creando promociones y argumentos de venta engañosos solo con el afán de meter las manos en tu bolsillo.

Vender es una habilidad fundamental si quieres iniciar tu camino como emprendedor o incluso mejorar tu situación laboral y aprender a hacerlo no requiere que asistas a todos los masters que existen y pagues cuanto seminario hay en internet. Un buen curso de ventas debería enfocarse exclusivamente en darte herramientas para lidiar con objeciones, entender a tu público objetivo y ponerte en su lugar, herramientas digitales, creación de equipos de venta y mucho más, pero en lo que respecta al arte de hablar o escribir para vender, puedes perfectamente potenciar tus capacidades si tienes presente las siguientes recomendaciones.

  1. No pienses en vender. Piensa en prestar el mejor servicio.

El primer consejo parece algo contradictorio, pero en realidad es el enfoque al que se encuentran migrando todas las estrategias de venta, tanto así que es la base sobre la cual las grandes empresas están construyendo sus vendedores automáticos (bots). 

En el mundo de las ventas digitales, si cuentas con una estrategia de marketing clara y efectiva en tus redes sociales, el tema de vender no debería caer en manos de una persona, puesto que la estrategia ya debería haberse encargado de todo el proceso de convencimiento de compra. Es así como ya no veremos tantos vendedores, sino que veremos prestadores de servicio al cliente o soporte. Personas capacitadas para brindar la mejor experiencia posible al cliente potencial, guiarlo en todo el proceso, ofrecer soluciones y recordar información y beneficios de ser necesario.

Ya no es realmente necesaria una persona que esté intentando por todos los medios convencer a alguien de comprar, sino que es necesario realizar un guion de ventas efectivo que le permita a la persona llevar al cliente potencial hasta el final del proceso, es decir, la compra.

“En este vídeo de mi canal de YouTube podrás aprender a construir un guion de ventas que es una de las herramientas que más dinero me ha generado en mis negocios gracias a que la aplico con mis equipos de venta” >>> Enlace

  1. Preocúpate por las necesidades de tu cliente potencial. Conócelo.

Que 100 personas se encuentre interesadas en comprar tu producto/servicio, no significa que cada una de estas tenga el mismo problema, miedo, sueño o contexto. Los mejores vendedores que he tenido en mis equipos han sido aquellos que han logrado entablar conversaciones a largo plazo con clientes potenciales, lo cual se logra interesándose verdaderamente por la vida de este.

¿Te ha pasado alguna vez que algún vendedor de una marca te ha tratado tan bien y la conversación fue tan natural que terminaron hablando más tiempo de lo normal? Si no le compraste, es probable que terminarás recomendado sus servicios o productos. A veces esto se logra sencillamente relajando un poco el tono de la conversación, haciendo preguntas de interés y haciendo sentir bien a la otra persona. Pero ojo, es importante siempre mantener el control de la conversación, de lo contrario el cliente se irá por las ramas y terminarás con mucho tiempo perdido y sin haber logrado una venta. Por esto es fundamental aprender a crear guiones como te enseñé en el vídeo del primer punto.

  1. Nunca permitas que se vayan con las manos vacías.

Y no, no me refiero a que sí o sí el cliente deba comprarte algo. Es importante entender que nunca lograrás que el 100% de personas que te contacten compren, pero sí puedes hacer que regresen y que te compren en otra oportunidad ¿cómo? Dándoles algo. Puedes crear algún tipo de muestra gratis como un ebook, curso, vídeo, plantilla, infografía, puede ser lo que se te ocurra, pero que la persona tenga la posibilidad de irse con algo de valor.

Pueden pasar 2 cosas. Que te de las gracias y nunca lo vuelvas a ver o que quede tan fascinado con lo que le diste que decida comprarte de una vez por todas. Ponlo aprueba y verás como el crear valor siempre será la mejor estrategia para vender.

Recuerda que si quieres convertirte en un experto en ventas puedes encontrar mi curso en >>> https://ventas.caroramirezemprende.com donde iremos desde lo más básico, hasta estrategias grandes como la creación de tu propio equipo de ventas efectivo. 

 

¿Cómo superar el miedo a emprender?

¿Cómo superar el miedo a emprender?

Conforme pasan los años la economía se va comportando de formas más inestables, las empresas empiezan a realizar implementaciones tecnológicas que terminarán por reemplazar a muchas personas y va creciendo la incertidumbre de ¿qué es lo próximo que vendrá?. La respuesta no suele ser muy alentadora cuando lees a los expertos que aseguran que la próxima crisis será mucho más fuerte ya que esta, más que ser fuerte en sí, estuvo rodeada de pánico debido a la pandemia. En este contexto, emprender, tener tu propio negocio, se ha vuelto cada vez más atractivo. A la vez que las grandes empresas usan tecnología para reemplazar personal, la misma tecnología va haciendo más asequible para cualquier persona el poder tener su propia fuente de ingreso… pero esto da mucho terror.

Algo curioso de lo que estamos viviendo es que si bien la economía parece estarse resintiendo fuertemente, al mismo tiempo el mercado está abriendo enormes posibilidades para el futuro, pero todas estas tienen un factor al que como especie le tenemos mucho miedo: el cambio. ¿Por qué tememos al cambio? Porque implica empezar de cero, ser nuevamente un novato, como un bebé que debe aprender a caminar por primera vez. La diferencia es que un bebé no sabe lo que es el fracaso. Él simplemente al caerse se levanta nuevamente (deberíamos aprender más de ellos), en cambio nosotros como adultos tenemos miedo a quedarnos sin dinero, a perder nuestro empleo, a que la gente vea que fracasamos.

Si estás leyendo esto es probable que lleves tiempo pensando en aventurarte, pero hay algo que continúa reteniéndote. Si consideras que NO es miedo, sino que no sabes por dónde empezar te recomiendo mi artículo de sobre 3 pasos para iniciar tu camino como emprendedor >>> https://caroramirezemprende.com/3-pasos-para-iniciar-tu-camino-como-emprendedor/ 

Si por el contrario tienes dudas, tienes miedo de lo que pueda pasar, continúa leyendo y tal vez pueda ayudarte a superar ese obstáculo. Para hacerlo abordaremos los 3 miedos más comunes sobre emprender y cómo puedes enfrentarlos.

  1. Miedo a perder mi dinero

El clásico de toda la vida. Ya he mencionado en varias ocasiones que cualquier tipo de negocio que desees hacer siempre requerirá invertir capital, de esa no te salvas; sin embargo, es muy probable que necesites mucho menos dinero del que piensas. Gracias a la era digital, hoy emprender se encuentra al alcance de todos. Sí, probablemente no puedes permitirte invertir en bienes raíces o acarrear una deuda enorme para invertir en una empresa, pero es muy probable que sí puedas permitirte invertir bajo capital para, por ejemplo, comprar productos y revenderlos en redes sociales. Casi que cualquier emprendedor empezó así alguna vez.

Lo importante en este punto es que más que bloquearte pensando en el dinero que debes invertir y que puedes perder te preguntes “¿hay algún negocio que esté acorde a mis posibilidades económicas y con el que pueda empezar?”. Empezar, esa es la palabra clave. El miedo a perder el dinero invertido suele estar marcado porque creemos que para emprender debemos empezar a lo grande, meter todo lo que tenemos ahorrado para poder ganar. Nada más alejado de la realidad. Lo más importante es que empieces SIEMPRE con lo mínimo que puedas permitirte. Si el negocio funciona de esa manera, ya tendrás vía libre para aumentar la inversión.

Si deseas profundizar en este tema te recomiendo mi artículo “¿Necesito mucho dinero para empezar mi propio negocio?” >>> https://caroramirezemprende.com/necesito-mucho-dinero-para-empezar-mi-propio-negocio/ 

  1. Miedo al fracaso

Por más que queramos hacernos los fuertes y decir que no nos importan las opiniones ajenas, la realidad es que a la gran mayoría sí nos afectan y son determinantes a la hora de lograr algo. Hemos tenido casos de mujeres que quieres convertirse en Emprendedoras Messú, tienen el dinero, el tiempo, la disposición para emprender, pero su familia o pareja no las apoya, se sienten solas y el miedo a arriesgarse, fracasar y que los demás se lo echen en cara las atormenta.

Este es un miedo muy común. No puedo decirte que en lo que decidas emprender nunca fracasarás porque yo misma, incluso en los negocios que tengo actualmente, he fracasado alguna vez. El fracaso hace parte de la vida del emprendedor. En estos casos siempre recuerdo la frase de un comediante al que le preguntaron qué pensaba sobre el fracaso y su respuesta me parece de las más inspiradoras que pueden haber:

“Tras una mala noche en alguna presentación, de esas en las que nadie se ríe, en las que el ambiente se pone tenso y hay incluso personas con poca empatía que empiezan a abuchear en el escenario, haciéndote sentir mal e incluso casos donde los medios de comunicación hacen una “noticia” hablando de tu mala presentación, lo mejor que puede pasar es darte cuenta que a la mañana siguiente, incluso con todo lo que ha pasado, el mundo no se ha terminado”.

Muchas veces lo malo que nos imaginamos que puede pasar suele ser mucho peor que lo que realmente pasa. Sí, siempre habrán personas que no te apoyen, que se reirán o criticarán por algún fracaso que tengas ¿sabes por qué lo hacen? Porque ellos también tienen miedo. Están tan paralizados del miedo que lo único que pueden hacer es hablar mal de ti porque tú si tuviste el valor de moverte, de avanzar, de arriesgarte a hacer algo diferente y que quieres hacer. Por otro lado, si te sientes falto de apoyo por tu seres cercanos, recuerda que siempre puedes encontrar nuevas personas, nuevas comunidades que te apoyen al 1000%. Esa es una de las grandes cosas que me encantan de la comunidad de Emprendedoras Messú. Todas se encuentran mirando hacia un mismo objetivo y se apoyan, se dan ánimos y se capacitan de forma constante con nosotros.

  1. Miedo a lo desconocido

Por último otro miedo común, pero que es muy fácil de solucionar. Muchas veces queremos hacer algo nuevo, pero no nos sentimos para nada capacitados. Ni siquiera sabemos por dónde empezar (si es tu caso recuerda el primer artículo recomendado). ¿La solución? Nunca parar de aprender. Ya quisieran nuestros padres y abuelos haber tenido el acceso al conocimiento que tenemos nosotros. Hoy en día todo lo que queramos se encuentra a un click de distancia, solo es necesario que dejes el bloqueo de “no sé hacer esto” y te empieces a preguntar ¿dónde puedo aprender a hacerlo?.

En nuestra comunidad de emprendedoras Messú tenemos esto tan claro que por eso diseñamos una academia exclusiva para ellas en las que las capacitamos de forma constante, porque da miedo tratar de montar un negocio y no tener idea de qué pasos se deben dar. Al final todo dependerá de qué tanto estés dispuesto a esforzarte para ser tu mejor versión.

Comparte este artículo con quien sabes que lo necesita y no olvides dejar tu comentario sobre cómo te pareció y si realmente te ayudó a aclarar tu mente.

3 Pasos para iniciar tu camino como emprendedor

3 Pasos para iniciar tu camino como emprendedor

Con los años he aprendido que la raíz de nuestros miedos, la razón por la que nos sentimos bloqueados y estancados para actuar es que no tenemos idea de por dónde empezar. El mundo se está moviendo tan rápido que todo pareciera gritarte “muévete, emprende, sal de tu zona de confort, deja la pereza o no lograrás nada en la vida”. ¡Alto! Sí, al final del día actuar, el movernos en dirección a un objetivo que queremos será necesario, pero presionarnos sin tener claro qué es exactamente lo que debemos (o queremos) hacer es la fórmula perfecta para terminar cansados de la vida y sin energía.

En este artículo quiero compartirles 3 pasos de cómo iniciar tu camino como emprendedor sin morir en el intento y a la vez quiero liberarte de esa carga mental que todos los que nos decidimos a tomar el toro por los cuernos, hacer algo diferente, ganarnos la vida con nuestro propio negocio, solemos llevar a cuestas. Si estás leyendo este texto desde ya te felicito por ser parte de una minoría de personas que tienen la valentía, incluso estando llenos de miedo por dentro, de preguntarse “¿qué puedo hacer para ser mejor y salir adelante?” ¡Comencemos!

  1. ¿Por qué quieres emprender?

Primero saquemos la respuesta obvia de “por dinero”, ya que por más que a muchos les guste romantizar el emprendimiento, si este no diera dinero lo más seguro es que nadie emprendería. Ahora, lo que quiero que reflexiones es ¿qué hay detrás de ese “querer dinero”? La vida de cada personas es única. Tu capital, tus obstáculos, tus habilidades, tus miedos, el tiempo del que dispones y la motivación. ¿Por qué esto es importante? Porque determinará 2 cosas:

  • Tu nivel de compromiso.
  • El negocio que mejor se adapte a ti.

He visto personas en una situación económica cómoda, sin “necesidades” y que quieren generar nuevas fuentes de ingreso fracasar en negocios sencillos y personas que solo tienen una última oportunidad para salir de la situación en la que se encuentran y deciden entregarse en cuerpo y alma hasta alcanzar el éxito que buscan y lo logran. Pero ojo, como dije anteriormente, emprender no es un mundo color de rosa. También he visto muchas veces el caso contrario. Las personas creen que emprender será algo como esto:

Cuando la realidad es que se parece más a esto:

El trabajo del emprendedor es controlar al máximo posible el movimiento de esa tabla y para eso es necesario que tenga claro su nivel de compromiso. Siempre habrá retos, noches en las que no tengas muy claro qué hacer, situaciones que enfrentar. Elegir el negocio correcto basado en lo que esperas lograr en tu vida y recordarte por qué empezaste será fundamental para que te mantengas en la carrera. Quien emprende solo pensando en dinero, por más importante que este sea, termina por perderse porque el dinero en sí mismo no es una motivación suficiente.

¿Por qué decidí emprender en algún momento? Podría decir el cliché de “tener libertad en tiempo y dinero”, pero la realidad es que seguramente trabajo, estudio y me esfuerzo 10 veces más que si trabajara en una empresa, pero hay algo que marca la diferencia: lo hago en mis términos. Le dedico tiempo a mis negocios porque me encantan, me apasionan, porque son una extensión de la persona que soy. Incluso cuando aparecen retos en el camino (que siempre hay) cada día lo vivo tal y como quiero vivirlo. Si no tuviera esa motivación, si no tuviera tan claro lo que quiero, al primer problema grande habría salido corriendo.

Regálate unos minutos, haz un alto en tu día y pregúntate ¿Cómo quiero vivir? ¿Qué me levanta cada mañana? y escríbelo en un papel. Estoy segura que te sorprenderás.

       2. Tus 3 capitales: conocimiento, tiempo y dinero

Todo emprendimiento requiere inversión y este es un obstáculo con el que muchos se encuentran porque quieren invertir poco (o nada) y ganar mucho. Una inversión funciona de forma muy simple:

– Más capital de inversión + Más riesgo* = Más ganancias
– Menos capital de inversión + Menos riesgo* = Menos ganancias

Pero algo fundamental que necesitas entender es el tema del riesgo. Warren Buffett tiene una frase que lo resume de forma espectacular y es “el riesgo es no saber lo que se está haciendo”. Por eso en este punto quiero darte unos cortos pasos para saber cómo decidir invertir en un negocio o no.

  • Legalidad – No hay mucho que decir. Estudia el emprendimiento o negocio que quieres hacer y si este es ilegal o tiene algunos puntos dudosos, descártalo inmediatamente porque te traerá problemas futuros.
  • Conocimiento y Tiempo – Emprender no es solo invertir tu dinero. Siempre será necesario que te capacites constantemente tanto para tus primeras ganancias, como para multiplicarlas y sacar el máximo provecho. Antes de emprender en lo que quieras escribe en un papel lo que necesitarás aprender y cuánto tiempo te tardarás (teniendo presente que el aprendizaje nunca parará, pero hay un mínimo necesario al principio). Con esa información podrás determinar si estás dispuesto a sumarte a ese proceso de aprendizaje y tiempo necesario.

Por ejemplo en Messú tenemos tan clara la importancia del aprendizaje que estamos constantemente enseñando y capacitando a nuestras emprendedoras para que saquen el máximo potencial a su inversión.

  • Capital a invertir y ganancias – Cuando piensas que un negocio es solo invertir dinero y esperar el retorno, será muy fácil que te decepciones si te encuentras con que hay mucho más que debes hacer. Cuando tengas en un papel el tiempo que debes dedicarle, lo que tendrás que aprender y el dinero que invertirás, ahora sí puedes hacer un balance entre todo lo que debes invertir de ti VS las ganancias que puedes recibir y preguntarte “¿estoy dispuesto a asumir el reto?”. Si te lanzas a emprender y luego no haces todo lo que debes hacer, no es el negocio el que falla, eres tú y muchos no están dispuestos a aceptarlo.

Cada emprendimiento tiene su intensidad e inversión. Por ejemplo en Messú nuestras emprendedoras tienen la posibilidad de realizar inversiones que se ajustan a su capital, obteniendo ganancias desde un 35% hasta un 50%, pero esto se logra no solamente porque sea un buen negocio, sino porque ellas tienen la disciplina y están dispuestas a sacar el tiempo para aprender sobre ventas, marketing digital, redes sociales y mucho más, llegando al nivel de incluso facturar mucho más. Recuerda lo que dijimos en el punto #1, el trabajo del emprendedor es controlar el movimiento de su negocio. De él dependerá su éxito o fracaso.

3. Un plan de acción

Ya tienes una motivación y objetivo claro. Ya sabes si en lo que quieres emprender es legal. Sabes el tiempo que necesitarás invertir, lo que tienes que aprender, el dinero que usarías y las ganancias que podrías obtener ¿Qué sigue?. Que definas tus siguientes pasos. Escribe qué acciones puntuales debes realizar en los próximos 30 días. Realizar la inversión necesaria, ver cierta cantidad de cursos sobre el tema, crear tu página en instagram, hacer tu primer video salga como salga para perder el miedo, etc. Todo dependerá del tipo de negocio en el que quieras emprender. Si te sientes muy ansiosa planificando 30 días, planifica solo 1 semana o ten claro cuál será tu acción de mañana. No necesitas tener una lista enorme de pendientes, necesitas una lista clara y corta de qué pasos debes dar que te lleven a tu objetivo.

Si realizaste todo el proceso, a partir de este punto solo queda una cosa y es ¡actuar!. Sí, es más fácil decirlo que hacerlo, pero te diré un secreto. Esa ansiedad, ese miedo que tal vez sientes de hacer algo en lo que llevas pensando tanto tiempo, solo se va hasta que lo intentas al menos en acciones pequeñas. Nunca será el mejor momento, nunca tendrás el tiempo, el dinero, nunca se alinearán los planetas tal y como quieres para por fin arriesgarte. El mejor momento es ahora.

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