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3 consejos para iniciar tu marca personal

3 consejos para iniciar tu marca personal

Una de las más grandes revoluciones que han traído las redes sociales es la enorme fuerza de las marcas personales. Hace años solo compramos a empresas y las marcas personales que seguíamos llegaban al nivel de estrellas: futbolistas, actores de tv y cine, cantantes, etc. Hoy cualquier persona tiene el poder de convertirse en una marca personal e influir en cientos, miles y millones de personas. Lo que una marca personal logra hacer es tan impresionante que los antes mencionados futbolistas, actores y cantantes buscan rodearse de Instagramers y YouTubers con marcas personales igual de fuertes.

Ahora, he iniciado este artículo hablando de las marcas personales de una forma inmensa pero ¿qué pasa cuando apenas estoy iniciando? ¿Qué pasa si más que ser un influencer lo que quiero es que mi marca personal sea la cara de mi negocio? Cada vez son más las personas que quieren tomar este camino y es por eso que en el día de hoy quiero compartirles 3 consejos super claves que les ayudará a avanzar en este proceso.

Equivócate lo más que puedas frente a la cámara

El temor más común al momento de iniciar una marca personal es el miedo a la cámara, a hacer el ridículo, a que lo que queremos decir no sea relevante para otras personas. La ventaja es que tengo una buena noticia para todas aquellas personas que lo están intentando y no lo logran ¿saben qué ocurrió el día que realicé mi primer vídeo y lo subí a redes? NADA. No pasó absolutamente nada. Todos mis miedos internos, todo lo que pensé que ocurriría, que me dirían, que se burlaran, no ocurrió y es precisamente eso lo que pasa en la mayoría de casos.

Solemos preocuparnos demasiado por lo que los demás puedan pensar de nosotros, cuando la realidad es que a nadie le importa lo que hagamos. Si montamos o no un vídeo, el mundo seguirá girando y no cambiará nada. Aprovecha al máximo los inicios de tu marca personal porque es el momento más bonito, es el momento en donde prácticamente todos los comentarios que recibirás serán de apoyo, de esas pocas personas que les llama la atención tu contenido. Es cuando empiezas a crecer mucho cuando aparecen los llamados “haters”, gente que no tiene nada más que hacer que comentar cosas negativas sin conocerte, pero llegados a ese punto no tienen mucha relevancia y quedan opacados por la masa de personas que tienen algo bueno que decir.

Algo más que se suma a hablar frente a las cámaras es el miedo a equivocarte a no hacerlo perfecto  y te puedo decir que, si bien uno mejora con los años, igual te seguirás equivocando, no te fluirán las palabras y tendrás que repetirlo varias veces. Relájate, eso es parte del proceso y debes disfrutarlo.

Quieras o no, la gente quiere saber de ti

Esto es algo que a muchas personas les cuesta asimilar. El verdadero poder de las marcas personales es que para las personas estos son modelos a seguir, figuras que quieren imitar o seguir en todos sus pasos. Hay emprendedores que lo que quieren hacer con sus marcas personales es manejarla como una cuenta de empresa y esto rápidamente pierde fuerza. Las publicaciones más top de mis redes sociales son aquellas en las que hablo de mi opinión, mi estilo de vida y muestro un poco sobre mi vida (con evidentes límites) y son precisamente esas publicaciones las que generan la confianza en las personas de que soy una persona auténtica.

Ahora, este punto es divertido porque muchos que quieren crear su marca personal lo primero que piensan es “pero ¿qué voy a mostrar? no hago nada interesante en mi día a día?”. Esto suele pasar demasiado cuando uno está iniciando y es que uno es como desesperado buscando algo interesante qué publicar, pero con los años me he dado cuenta que mi día a día normal: cuando hago ejercicio, estudio, compro cosas que me gustan y muestro ciertas etapas de mi vida, es precisamente lo que quieren ver las personas. Definitivamente el preocuparse por ser nuestra mejor versión cada día y añadir buenos hábitos ayuda enormemente a fortalecer nuestra marca y convertirnos en un referente.

De igual manera, es importante tener claro que todas aquellas actividades que realices no pueden ser ajenas a ti. Muchos influencers y marcas personales caen precisamente por ser poco auténticos, por intentar vender un estilo de vida que ellos no tienen. Sé tú, los demás puestos están ocupados. Si eres el tipo de persona que le gusta levantarse tarde, habla sobre cómo esto ha sido mejor para tu vida y de qué forma aprovechas el tiempo. Si prefieres el deporte al ejercicio, descríbelo y enséñalo. No intentes ser otra persona, a menos que sea para ser tu mejor versión y seas coherente con lo que dices y haces.

Interactúa

Este es un error que cometen tanto marcas personales como empresas y es que dejan de lado la interacción con sus seguidores. Con las empresas digamos que hasta cierto punto uno se acostumbra, pero con una marca personal puede ser tu mayor error. Quienes te siguen, en especial desde el principio, quieren hablar contigo, saber quién eres, saber que estás ahí. No se alcanzan a imaginar cómo enviar un mensaje yo misma a una persona que me escribe puede cambiarle el día y evidentemente en temas de negocio es muy beneficioso porque le demuestra a la persona que estoy comprometida a ayudarle.

Redes sociales como Instagram tienen un enorme potencial y están específicamente diseñadas para que interactuemos con las personas lo más que podamos. Si te conviertes en esas marcas personales que se dedican a comunicar, pero no se preocupan por interactuar con las respuestas, tu crecimiento se verá reducido y con el tiempo dejarás de crecer. Interactuar es parte fundamental del algoritmo de todas las redes sociales y el solo hecho de hacerlo te hace ganar muchos puntos.

¿Ya construiste tu marca personal o estás en proceso? Cuéntame tu experiencia en comentarios.

Carta para no abandonar tus sueños

¿Sientes que no puedes más, que no sabes si tomaste el camino correcto y ni siquiera sabes si todo lo que te esfuerzas cada día vale la pena? Tienes uno de esos días en los que el despertador suena y no quieres levantarte de la cama, no por sueño, sino por una fuerza que te aprieta el pecho, un sentimiento de no querer levantarte a enfrentar el mundo una vez más. Quisieras solo por un instante que el mundo se detuviera para tomarte un respiro y no sentir que el tiempo se te escapa, que las obligaciones se te vienen encima, que todo pareciera ir en contra de ti ¿Sabes por qué te entiendo? Porque ya he pasado por allí…

Y lo que quiero decirte es que está bien tener días así, está bien que las baterías se nos desgasten de vez en cuando, incluso está bien que aquello que tanto te apasionaba hacer hace un tiempo pareciera que ya no te llena tanto y que tal vez quieras emprender otro rumbo, todo eso está bien porque significa que estás creciendo… que ya no eres la misma persona de ayer, que ya te mueven otras cosas o que necesitas un respiro para regresar con mucha más fuerza…

Sentirte cansado y darte el tiempo para respirar no significa que abandonas tu sueño. Vivimos en una sociedad en la que si no te ven las 24 horas del día dedicado a algo te tratan como si no estuvieras comprometido lo cual es una completa mentira. Todos tenemos un límite el cual alcanzamos cada cierto tiempo y se vuelve NECESARIO darnos un momento para descansar, respirar, llorar, reír, jugar, perdernos y volvernos a encontrar, es parte de la vida y eso es lo maravilloso de ella.

¡Ey! ¡VAS MUY BIEN! ¿Sabes cómo lo sé? Porque estás viv@, porque independiente de las dificultades que tengas en este momento, las decisiones que has tomado en tu vida te han permitido estar aquí, ahora, leyendo esto. Deja de maltratarte por las cosas que consideras debiste haber hecho diferente porque te aseguro que en cada uno de esos momentos lo hiciste lo mejor que podías con la información que tenías en tu cabeza…

Y si llegaste hasta este punto estoy segura que tienes un sueño y quiero decirte que tienes todo para lograrlo, no importa si lo logras mañana o en 10 años, lo importante es que disfrutes el camino. Siempre he pensado que la mejor forma de tomarse la vida es como si fuera un largo viaje. Tienes un destino, meta o sueño al que quieres llegar, pero es delicioso hacer paradas en ciertos lugares, tomar rutas que tal vez no son directas pero que nos permiten conocer lugares y personas maravillosas. Siempre con la meta en mente, pero con la libertad de desviarte para experimentar e incluso descansar.

No abandones tus sueños… disfruta el lugar en el que estás y ve paso a paso porque sé que llegarás.

¡Un abrazo!

¿Cómo superar el miedo a emprender?

¿Cómo superar el miedo a emprender?

Conforme pasan los años la economía se va comportando de formas más inestables, las empresas empiezan a realizar implementaciones tecnológicas que terminarán por reemplazar a muchas personas y va creciendo la incertidumbre de ¿qué es lo próximo que vendrá?. La respuesta no suele ser muy alentadora cuando lees a los expertos que aseguran que la próxima crisis será mucho más fuerte ya que esta, más que ser fuerte en sí, estuvo rodeada de pánico debido a la pandemia. En este contexto, emprender, tener tu propio negocio, se ha vuelto cada vez más atractivo. A la vez que las grandes empresas usan tecnología para reemplazar personal, la misma tecnología va haciendo más asequible para cualquier persona el poder tener su propia fuente de ingreso… pero esto da mucho terror.

Algo curioso de lo que estamos viviendo es que si bien la economía parece estarse resintiendo fuertemente, al mismo tiempo el mercado está abriendo enormes posibilidades para el futuro, pero todas estas tienen un factor al que como especie le tenemos mucho miedo: el cambio. ¿Por qué tememos al cambio? Porque implica empezar de cero, ser nuevamente un novato, como un bebé que debe aprender a caminar por primera vez. La diferencia es que un bebé no sabe lo que es el fracaso. Él simplemente al caerse se levanta nuevamente (deberíamos aprender más de ellos), en cambio nosotros como adultos tenemos miedo a quedarnos sin dinero, a perder nuestro empleo, a que la gente vea que fracasamos.

Si estás leyendo esto es probable que lleves tiempo pensando en aventurarte, pero hay algo que continúa reteniéndote. Si consideras que NO es miedo, sino que no sabes por dónde empezar te recomiendo mi artículo de sobre 3 pasos para iniciar tu camino como emprendedor >>> https://caroramirezemprende.com/3-pasos-para-iniciar-tu-camino-como-emprendedor/ 

Si por el contrario tienes dudas, tienes miedo de lo que pueda pasar, continúa leyendo y tal vez pueda ayudarte a superar ese obstáculo. Para hacerlo abordaremos los 3 miedos más comunes sobre emprender y cómo puedes enfrentarlos.

  1. Miedo a perder mi dinero

El clásico de toda la vida. Ya he mencionado en varias ocasiones que cualquier tipo de negocio que desees hacer siempre requerirá invertir capital, de esa no te salvas; sin embargo, es muy probable que necesites mucho menos dinero del que piensas. Gracias a la era digital, hoy emprender se encuentra al alcance de todos. Sí, probablemente no puedes permitirte invertir en bienes raíces o acarrear una deuda enorme para invertir en una empresa, pero es muy probable que sí puedas permitirte invertir bajo capital para, por ejemplo, comprar productos y revenderlos en redes sociales. Casi que cualquier emprendedor empezó así alguna vez.

Lo importante en este punto es que más que bloquearte pensando en el dinero que debes invertir y que puedes perder te preguntes “¿hay algún negocio que esté acorde a mis posibilidades económicas y con el que pueda empezar?”. Empezar, esa es la palabra clave. El miedo a perder el dinero invertido suele estar marcado porque creemos que para emprender debemos empezar a lo grande, meter todo lo que tenemos ahorrado para poder ganar. Nada más alejado de la realidad. Lo más importante es que empieces SIEMPRE con lo mínimo que puedas permitirte. Si el negocio funciona de esa manera, ya tendrás vía libre para aumentar la inversión.

Si deseas profundizar en este tema te recomiendo mi artículo “¿Necesito mucho dinero para empezar mi propio negocio?” >>> https://caroramirezemprende.com/necesito-mucho-dinero-para-empezar-mi-propio-negocio/ 

  1. Miedo al fracaso

Por más que queramos hacernos los fuertes y decir que no nos importan las opiniones ajenas, la realidad es que a la gran mayoría sí nos afectan y son determinantes a la hora de lograr algo. Hemos tenido casos de mujeres que quieres convertirse en Emprendedoras Messú, tienen el dinero, el tiempo, la disposición para emprender, pero su familia o pareja no las apoya, se sienten solas y el miedo a arriesgarse, fracasar y que los demás se lo echen en cara las atormenta.

Este es un miedo muy común. No puedo decirte que en lo que decidas emprender nunca fracasarás porque yo misma, incluso en los negocios que tengo actualmente, he fracasado alguna vez. El fracaso hace parte de la vida del emprendedor. En estos casos siempre recuerdo la frase de un comediante al que le preguntaron qué pensaba sobre el fracaso y su respuesta me parece de las más inspiradoras que pueden haber:

“Tras una mala noche en alguna presentación, de esas en las que nadie se ríe, en las que el ambiente se pone tenso y hay incluso personas con poca empatía que empiezan a abuchear en el escenario, haciéndote sentir mal e incluso casos donde los medios de comunicación hacen una “noticia” hablando de tu mala presentación, lo mejor que puede pasar es darte cuenta que a la mañana siguiente, incluso con todo lo que ha pasado, el mundo no se ha terminado”.

Muchas veces lo malo que nos imaginamos que puede pasar suele ser mucho peor que lo que realmente pasa. Sí, siempre habrán personas que no te apoyen, que se reirán o criticarán por algún fracaso que tengas ¿sabes por qué lo hacen? Porque ellos también tienen miedo. Están tan paralizados del miedo que lo único que pueden hacer es hablar mal de ti porque tú si tuviste el valor de moverte, de avanzar, de arriesgarte a hacer algo diferente y que quieres hacer. Por otro lado, si te sientes falto de apoyo por tu seres cercanos, recuerda que siempre puedes encontrar nuevas personas, nuevas comunidades que te apoyen al 1000%. Esa es una de las grandes cosas que me encantan de la comunidad de Emprendedoras Messú. Todas se encuentran mirando hacia un mismo objetivo y se apoyan, se dan ánimos y se capacitan de forma constante con nosotros.

  1. Miedo a lo desconocido

Por último otro miedo común, pero que es muy fácil de solucionar. Muchas veces queremos hacer algo nuevo, pero no nos sentimos para nada capacitados. Ni siquiera sabemos por dónde empezar (si es tu caso recuerda el primer artículo recomendado). ¿La solución? Nunca parar de aprender. Ya quisieran nuestros padres y abuelos haber tenido el acceso al conocimiento que tenemos nosotros. Hoy en día todo lo que queramos se encuentra a un click de distancia, solo es necesario que dejes el bloqueo de “no sé hacer esto” y te empieces a preguntar ¿dónde puedo aprender a hacerlo?.

En nuestra comunidad de emprendedoras Messú tenemos esto tan claro que por eso diseñamos una academia exclusiva para ellas en las que las capacitamos de forma constante, porque da miedo tratar de montar un negocio y no tener idea de qué pasos se deben dar. Al final todo dependerá de qué tanto estés dispuesto a esforzarte para ser tu mejor versión.

Comparte este artículo con quien sabes que lo necesita y no olvides dejar tu comentario sobre cómo te pareció y si realmente te ayudó a aclarar tu mente.

¿Cómo reinventarse tras la crisis que estamos viviendo?

¿Cómo reinventarse tras la crisis que estamos viviendo?

“El mundo cambió”. Esta frase se lleva diciendo desde tiempos inmemoriales. En cada uno de los momentos críticos de la historia de la humanidad esta frase se ha dicho, como si predijera la llegada de un mundo desconocido fuera de nuestra imaginación, como si estuviéramos hablando del fin del mundo. Nada más alejado de la realidad. La verdad es que sencillamente estamos viviendo un momento más de la larga historia que nos queda como especies de este planeta. La crisis económica global que experimentamos es completamente normal y tiene todo el sentido del mundo cuando entiendes cómo funciona el mercado, el dinero y la economía. Ni siquiera el coronavirus es decisivo en este aspecto puesto que pandemias siempre han existido y seguramente vendrán muchas más… con crisis mucho peores.

Por más cosas que ocurran, mientras sigamos vivos y el mundo siga girando habrá un nuevo amanecer en el que tendremos que preguntarnos “¿ahora qué hago?”. Es probable que si estás leyendo esto es porque esa pregunta pasó por tu mente, ya sea porque la crisis te afectó de forma directa o porque, incluso si no afectó tus finanzas, entiendes que muchas cosas no serán igual ya que la pandemia las puso a prueba. El sistema educativo colapso de golpe y se vio forzado a cambiar su modelo, algo que debió haber hecho hace años. Los negocios físicos se vieron  en crisis y tuvieron que aceptar que una migración a digital es fundamental para salvaguardar sus finanzas. Los negocios digitales también se vieron afectados, aunque en menor medida, y tuvieron que moverse velozmente para competir en un mercado que empezaría a saturarse. Ya seas emprendedor, empleado o estudiante, quiero compartirte unos consejos para que inicies un proceso de transformación personal y profesional.

  1. ¿Te encuentras en el lugar que deberías estar?

La crisis agarró a muchas personas y empresas con los pantalones abajo. Puedes elegir decir que era un suceso inesperado y que no podrías hacer nada o responsabilizarte y preguntarte: antes de que todo comenzara ¿había hecho todo lo que estaba en mis manos para estar donde quiero? Y con esto me refiero también a tener seguros financieros que salvaguarden tu vida personal y tu negocio. Un concepto que muchos parecen olvidar es que las crisis financieras (personales y de negocio) siempre llegan de donde menos lo esperas. Un familiar enfermo, una deuda “inesperada” o algún problema personal, suelen ser factores que hunden el bolsillo de cualquier persona. No se trata de vivir con miedo de lo que pueda pasar, pero sí de tener claro que siempre hay que ser precavido ante lo que pueda ocurrir. 

Y si por alguna razón no tenías una dirección clara, es necesario que te sientes a hacerla. Tal vez tienes una idea básica de lo que quieres para tu vida, de cuál pueda ser tu sueño, pero si no tienes un plan para alcanzarlo será complicado que lo logres en algún momento. Date un fin de semana para interiorizar tus hábitos, tu vida, las cosas que haces cada día y definir si estás te están impulsando.

  1. No actuar no es quedarse donde estás. Es retroceder.

¿Has sentido que tu vida personal o tu negocio parecieran estar en pausa? Como que todo se hubiera congelado. La verdad es que aunque todo parezca detenido en el tiempo, cada día que pasas sin actuar estás realmente retrocediendo. ¿Por qué? Porque el mundo no se va a detener. Tal vez tu o tu empresa decidieron hacer un alto en el camino, que puede estar bien en ciertas circunstancias, pero en este momento que estamos viviendo quedarse quieto es peligroso. Mientras tu no actúes habrá otra persona, otro negocio que sí decidirá capacitarse, aprender, avanzar y actuar.

Una frase que realmente es fuerte, pero que me permite mantenerme en movimiento es: “mientras estés descansando va a haber alguien que seguirá trabajando para ser lo mejor en lo que tu quieres tener éxito”. No significa que nos mataremos trabajando hasta desfallecer, pero sí te invita a reflexionar sobre cuánto tiempo verdaderamente estás dedicando a ser mejor.

  1. Capacítate.

Las personas que mayores resultados obtendrán cuando todo vaya regresando a la “normalidad” serán quienes se hayan tomado este tiempo para capacitarse en el campo o habilidades que necesitan para crecer como emprendedores, empleados o estudiantes. Incluso para el momento en que publico este artículo, ya estoy viendo la transformación en personas que toman mis cursos virtuales o en las emprendedoras Messú que han decidido dedicar tiempo a su formación.

Quisiera resaltar un detalle importante. Si bien la pandemia fue un evento aleatorio, la crisis financiera no lo fue. Dentro del apartado de capacitarte quisiera incluir que también te tomes el tiempo para entender cómo funciona la economía global, porque la crisis financiera estaba ya declarada a suceder para este 2020, la pandemia lo único que hizo fue acelerar y potenciar el impacto de esta. Cuando tienes estos conocimientos podrás armar un plan claro para lo que se vendrá en los próximos años.

Por último quiero enviarte las mejores energías para la situación que te encuentres viviendo. Sé que es difícil actuar cuando te encuentras en entornos poco favorables y el miedo suele ser un factor que nos paraliza a todos, pero estoy segura que serás capaz de superar cualquier obstáculo si decides actuar hoy.

 

 

 

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