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3 consejos para iniciar tu marca personal

3 consejos para iniciar tu marca personal

Una de las más grandes revoluciones que han traído las redes sociales es la enorme fuerza de las marcas personales. Hace años solo compramos a empresas y las marcas personales que seguíamos llegaban al nivel de estrellas: futbolistas, actores de tv y cine, cantantes, etc. Hoy cualquier persona tiene el poder de convertirse en una marca personal e influir en cientos, miles y millones de personas. Lo que una marca personal logra hacer es tan impresionante que los antes mencionados futbolistas, actores y cantantes buscan rodearse de Instagramers y YouTubers con marcas personales igual de fuertes.

Ahora, he iniciado este artículo hablando de las marcas personales de una forma inmensa pero ¿qué pasa cuando apenas estoy iniciando? ¿Qué pasa si más que ser un influencer lo que quiero es que mi marca personal sea la cara de mi negocio? Cada vez son más las personas que quieren tomar este camino y es por eso que en el día de hoy quiero compartirles 3 consejos super claves que les ayudará a avanzar en este proceso.

Equivócate lo más que puedas frente a la cámara

El temor más común al momento de iniciar una marca personal es el miedo a la cámara, a hacer el ridículo, a que lo que queremos decir no sea relevante para otras personas. La ventaja es que tengo una buena noticia para todas aquellas personas que lo están intentando y no lo logran ¿saben qué ocurrió el día que realicé mi primer vídeo y lo subí a redes? NADA. No pasó absolutamente nada. Todos mis miedos internos, todo lo que pensé que ocurriría, que me dirían, que se burlaran, no ocurrió y es precisamente eso lo que pasa en la mayoría de casos.

Solemos preocuparnos demasiado por lo que los demás puedan pensar de nosotros, cuando la realidad es que a nadie le importa lo que hagamos. Si montamos o no un vídeo, el mundo seguirá girando y no cambiará nada. Aprovecha al máximo los inicios de tu marca personal porque es el momento más bonito, es el momento en donde prácticamente todos los comentarios que recibirás serán de apoyo, de esas pocas personas que les llama la atención tu contenido. Es cuando empiezas a crecer mucho cuando aparecen los llamados “haters”, gente que no tiene nada más que hacer que comentar cosas negativas sin conocerte, pero llegados a ese punto no tienen mucha relevancia y quedan opacados por la masa de personas que tienen algo bueno que decir.

Algo más que se suma a hablar frente a las cámaras es el miedo a equivocarte a no hacerlo perfecto  y te puedo decir que, si bien uno mejora con los años, igual te seguirás equivocando, no te fluirán las palabras y tendrás que repetirlo varias veces. Relájate, eso es parte del proceso y debes disfrutarlo.

Quieras o no, la gente quiere saber de ti

Esto es algo que a muchas personas les cuesta asimilar. El verdadero poder de las marcas personales es que para las personas estos son modelos a seguir, figuras que quieren imitar o seguir en todos sus pasos. Hay emprendedores que lo que quieren hacer con sus marcas personales es manejarla como una cuenta de empresa y esto rápidamente pierde fuerza. Las publicaciones más top de mis redes sociales son aquellas en las que hablo de mi opinión, mi estilo de vida y muestro un poco sobre mi vida (con evidentes límites) y son precisamente esas publicaciones las que generan la confianza en las personas de que soy una persona auténtica.

Ahora, este punto es divertido porque muchos que quieren crear su marca personal lo primero que piensan es “pero ¿qué voy a mostrar? no hago nada interesante en mi día a día?”. Esto suele pasar demasiado cuando uno está iniciando y es que uno es como desesperado buscando algo interesante qué publicar, pero con los años me he dado cuenta que mi día a día normal: cuando hago ejercicio, estudio, compro cosas que me gustan y muestro ciertas etapas de mi vida, es precisamente lo que quieren ver las personas. Definitivamente el preocuparse por ser nuestra mejor versión cada día y añadir buenos hábitos ayuda enormemente a fortalecer nuestra marca y convertirnos en un referente.

De igual manera, es importante tener claro que todas aquellas actividades que realices no pueden ser ajenas a ti. Muchos influencers y marcas personales caen precisamente por ser poco auténticos, por intentar vender un estilo de vida que ellos no tienen. Sé tú, los demás puestos están ocupados. Si eres el tipo de persona que le gusta levantarse tarde, habla sobre cómo esto ha sido mejor para tu vida y de qué forma aprovechas el tiempo. Si prefieres el deporte al ejercicio, descríbelo y enséñalo. No intentes ser otra persona, a menos que sea para ser tu mejor versión y seas coherente con lo que dices y haces.

Interactúa

Este es un error que cometen tanto marcas personales como empresas y es que dejan de lado la interacción con sus seguidores. Con las empresas digamos que hasta cierto punto uno se acostumbra, pero con una marca personal puede ser tu mayor error. Quienes te siguen, en especial desde el principio, quieren hablar contigo, saber quién eres, saber que estás ahí. No se alcanzan a imaginar cómo enviar un mensaje yo misma a una persona que me escribe puede cambiarle el día y evidentemente en temas de negocio es muy beneficioso porque le demuestra a la persona que estoy comprometida a ayudarle.

Redes sociales como Instagram tienen un enorme potencial y están específicamente diseñadas para que interactuemos con las personas lo más que podamos. Si te conviertes en esas marcas personales que se dedican a comunicar, pero no se preocupan por interactuar con las respuestas, tu crecimiento se verá reducido y con el tiempo dejarás de crecer. Interactuar es parte fundamental del algoritmo de todas las redes sociales y el solo hecho de hacerlo te hace ganar muchos puntos.

¿Ya construiste tu marca personal o estás en proceso? Cuéntame tu experiencia en comentarios.

3 Consejos para empezar tu marca personal

3 Consejos para empezar tu marca personal

Todos somos una marca personal. Cada uno de nosotros gracias a sus actitudes, acciones y objetivos construye una imagen que los demás podemos ver y opinar al respecto. Con nuestra marca personal es con la que vamos a una entrevista de trabajo, nos presentamos a nuevas personas, conseguimos pareja, etc. Día a día realizamos esfuerzos conscientes o inconscientes que aportan algo más a nuestra marca: la música que escuchamos, los libros que leemos, el contenido que compartimos en internet y mucho más. Lo mejor de esto es que las marcas personales han tomado una fuerza impresionante incluso superior a las marcas de empresa y es por eso que en este artículo te quiero explicar qué es una marca personal, su importancia y 3 super tips para empezarla o potenciarla.

¿Qué es una marca personal?

Una de las definiciones que más me encanta dice que la marca personal es “la huella que dejamos a los demás”. Es esa impresión que queda en la gente al conocernos. Un error común es pensar que este concepto solo aplica en el campo profesional, pero la realidad es que dejamos impresiones también en el ámbito personal. Es así como si yo te preguntara: de tu familia ¿Quién es el buen estudiante? ¿Quién es el emprendedor? ¿Quién es el viajero? seguramente se te vendrá una imagen muy clara de una persona que ha dejado esa huella, esa impresión no solo en ti, sino también en varias personas.

¿Por qué es importante la marca personal? Porque así como existen huellas lindas como las anteriores, existen también impresiones que no quisiéramos que la gente tenga de nosotros, ya que de la misma manera es probable que recuerdes a una persona en particular si yo te pregunto quién es el mal estudiante, el irresponsable, el alcohólico, etc. Por si fuera poco, como mencionaba al principio, gracias a las redes sociales estamos viviendo un momento en el que las marcas personales a la hora de vender llegan a tener mucho más poder que las mismas empresas, es por eso que los influencers han tenido tanto éxito en los últimos años y esto es porque se han preocupado con el tiempo de crear una imagen que atraiga personas a las que luego pueden recomendarles productos y servicios.

Pero esto no aplica solo a los influencers. Por ejemplo, es probable que si estás leyendo este artículo es porque hayas llegado a través de mi marca personal y algo del contenido que publico te llamó la atención para seguirme. No trabajo como influencer, sino que mi negocio es mi marca personal, a través de la cual vendo mis cursos, asesorías, talleres y mucho más. 

Ojo, ser una marca personal es mucho más que simplemente publicar en redes sociales material interesante y aquí te comparto 3 consejos que te ayudarán a empezar.

Autenticidad

Una de las críticas más grandes que existen hoy en las redes sociales es la falta de autenticidad por parte de muchas personas que suben contenido a redes sociales. Yo misma he dicho muchas veces que no hay que creerse todo lo que se ve en internet. No todo es tan bonito y perfecto como muchos quieren aparentar y a la larga esto se nota, se nota como quien sube el contenido está fingiendo o no es quien dice ser.

En párrafos anteriores mencionaba que también existen esas huellas negativas por las que no quisiéramos que nos reconocieran, pero la realidad es que NADIE es perfecto. Todos tenemos nuestros defectos, malos genios, malos momentos, etc y este es uno de los pilares fundamentales de la autenticidad: somos humanos. Yo en mis redes sociales siempre he procurado ser lo más real posible. Así como he mostrado momentos maravillosos de mi vida como la espera de mi primer hijo, también he mostrado mi otro lado: las veces que me he equivocado, mi opinión frente a ciertos temas con las que muchos tal vez no estén de acuerdo, etc.

Claro que a veces da miedo y obviamente surge ese temor de que la gente se vaya, pero lo curioso es que la mayoría de personas aprecian verdaderamente que seas real, que digas lo que piensas y eso es un pilar fundamental de la marca personal. Cuando eres tú, al final solo se quedarán aquellas personas que verdaderamente estén interesadas en lo que tengas para decir e incluso para vender y es que precisamente uno de los problemas de NO ser auténtico es que te cansas.

Cuando iniciaba mi marca personal me preocupaba mucho por solo mostrar ese lado bonito de mi vida, pero a la larga te das cuenta que no todo en tu vida es bonito y te quedas sin la oportunidad de ser real, de expresar en tus redes lo que verdaderamente sientes, lo que hace que muchos abandonen sus proyectos. Cuando empecé a ser yo no solo mi marca personal creció y aumentaron mis ventas, sino que también me sentía mucho más cómoda con todo lo que hacía. 

Enfoque

Este punto es algo complejo ya que está mucho más relacionado con el algoritmo de las redes sociales que contigo mismo. Si bien ser auténtico es fundamental, también es importante tener presente que todas las redes sociales premian el contenido específico. Aquellas cuentas que suben todo tipo de temas terminan por tener un crecimiento muy lento debido a que sus públicos están muy repartidos.

Digamos que la cuenta habla de 5 temas a la vez y uno solo de esos temas es el que atrae el 60% de las personas y los otros 4 solo el 10% cada uno. Esto significa que cada vez que publique contenido de un tema que apenas le interesa al 10% no solo tendrá un alcance mucho menor del que podría tener, sino que corre el riesgo de que las personas interesadas en los demás temas, en especial del más importante, se vayan puesto que no les interesa lo demás. Enfocarse te ayudará a que tus resultados sean mucho mayores y a que no desperdicies una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo en algo que no te dará los resultados que esperas.

Ahora, muchos pueden preguntarse ¿qué pasa si no tengo claro sobre qué debería hablar? Para esto te traigo el tercer consejo.

¿Qué te apasiona?

Sigamos con el ejemplo anterior. Supongamos que de esos 5 temas el que más te apasiona no es el que atrae al 60% de las personas, sino solo a un 10% ¿Qué deberías hacer? Enfocarte a hablar solo de lo que te apasiona y descartar los demás temas. Suena una locura, pero la verdad es que si eres una marca personal te saldrá mucho más rentable y placentero a la larga enfocarte solo en lo que amas. Con el tiempo serás capaz de atraer la misma cantidad de personas e incluso más siempre que te enfoques solo en hablar de ese tema.

Estas suelen ser decisiones complicadas, pero cuando eres marca personal hacer o hablar de algo que no te apasiona solo porque puede hacerte ganar dinero es muy desgastante y terminarás aburrido de lo que haces. Lo que muchos grandes emprendedores han hecho es que han enfocado su marca personal a lo que aman y aparte crean una marca de empresa que aproveche el otro público restante, de esta forma ganan por lado y lado.

Como seguramente has visto a lo largo de este artículo una marca personal se enfoca sencillamente en una cosa: ser tú mismo. No es tan fácil como suena ya que muchas personas que quisieran iniciar sus marcas personales tienen miedo de ser juzgados, de que a las personas no les guste lo que haces, pero te contaré un secreto para terminar y que espero te ayude. Cuando pensé en grabar mi primer vídeo para redes sociales tenía mucho miedo del qué dirán, de si yo realmente era lo suficientemente buena como para que alguien se tomara el tiempo de verme. Un día, cansada de posponerlo, sencillamente dije: lo grabaré como sea, lo publicaré y no entraré a redes sociales hasta la noche.

Eso es exactamente lo que hice y ¿sabes qué pasó cuando entré? Nada. Habían un par de likes, pero nadie había dicho nada y eso fue toda una revelación porque te das cuenta que el miedo existe solo en tu mente. Conforme fui subiendo vídeos llegaron los comentarios y eran excelentes y entendí que tus primeros seguidores suelen ser los más bellos, los que creen en ti y en lo que puedes dar. Conforme creces en redes sociales obviamente aparecerán personas que critiquen tu trabajo, pero ya llegado a ese punto será difícil que les prestes atención porque ya tendrás muchas más que aman lo que haces y que seas TÚ.

 

Optimiza tu negocio con el principio de pareto (80/20)

Optimiza tu negocio con el principio de pareto (80/20)

¿Alguna vez has sentido en tu vida o negocio que por más tareas que empiezas y completas no avanzas? Te levantas cada mañana, revisas tu gigante lista de pendientes, decides que ese día harás todas las que puedas y, aunque lo logres, a la mañana siguiente hay muchas más obligaciones y por más que te esfuerzas tu vida o negocio continúan en el mismo lugar. En este artículo te quiero explicar por qué pasa esto y cómo puedes aplicar el principio de pareto (80/20) para optimizar al máximo tu tiempo y recursos. ¡Comencemos!

¿Eres productivo o estás ocupado?

Cuando inicié mi negocio y con los años me fui rodeando de personas emprendedoras, poco a poco me fui dando cuenta que cada una de ellas trabaja una cantidad ENORME de tiempo. Yo me sentía sorprendida con la cantidad de actividades que llegaban a realizar en su día a día y realmente me preguntaba si yo me estaba esforzando lo suficiente. Con el tiempo me encontraba con muchas de estas personas y descubría que la mayoría seguía en el mismo lugar. Eso me parecía muy extraño porque tanto en el pasado como al momento de volverlos a ver seguían siendo super activos, incluso tenían muchas más obligaciones que antes ¿Por qué pasa esto? Porque son personas muy ocupadas, pero no productivas.

Estar ocupado es estar realizando una actividad independiente del resultado que esta genere, mientras que ser productivo es enfocarse solo en aquellas actividades que generen la mayor cantidad de resultados positivos posibles. Es aquí donde empieza el principio de pareto, un modelo que literalmente cambio la perspectiva que tenía sobre todo lo que hacía. El principio de pareto dice:

“El 80% de tus resultados provienen del 20% de tus actividades”

Inicialmente parece un poco extraño y definitivamente la proporción 80/20 puede variar de acuerdo a lo que realices en tu día a día, pero el eje central del principio es que en el día a día dedicamos más tiempo y esfuerzo en el 80% de las actividades menos importantes las cuales al final solo representan el 20% de nuestros resultados. Pongamos un ejemplo con el que te sentirás identificado.

Al iniciar tu día te das cuenta que tienes en total 10 pendientes a realizar. Llegada la hora de dormir lograste terminar 8 de 10 tareas y te dices a ti mismo que el día te rindió un montón, pero al poner tu cabeza sobre la almohada sigues con esa sensación de ansiedad o estrés. En la mayor parte de casos esto pasa porque si bien realizaste 8 tareas de 10, esas 2 tareas que dejaste sin hacer eran las más importantes, pero elegiste la cantidad en vez de la calidad. A la mañana siguiente sigues teniendo esas 2 tareas urgentes, pero también llegan otras 5, 8 o 10 tareas menores.

Es así como pasamos el día respondiendo emails que no son urgentes, revisando métricas que podrían esperar, haciendo reuniones que no aportan, pero la llamada a ese cliente fundamental, hacer ese pedido de producto urgente, iniciar ese proyecto tan necesario, lo seguimos posponiendo. Es esta la razón por la que nos encontramos con personas que siempre están ocupadas, pero que sus resultados finales son muy pequeños, porque continúan dejando para luego hacer lo más importante.

¿Cómo aplicar el principio de pareto?

Este consejo aplica tanto para tu vida profesional como personal y es una forma sencilla de organizar tu día a día. Haz una lista de todos los pendientes que tienes, luego obsérvala detenidamente y hazte la siguiente pregunta:

“Si solo pudiera terminar un limitado número de tareas (1 a 3 máximo) en este día, pero al verlas terminadas me vería muy beneficiado y podría dormir tranquilo ¿cuáles serían?”

Esto hace que de golpe elimines un montón de actividades, que seguramente realizas todos los días, pero que verdaderamente no son importantes. En el libro “tráguese ese sapo” de Brian Tracy, él lo describe de una forma muy interesante y es que inicies siempre tu día “tragándose” el sapo más feo, más grande y más verde que tengas, es decir, inicia siempre tu día realizando la tarea más compleja, difícil e importante. Después de hacerla serás libre de elegir cómo continuar tu día.

El principio de pareto nos ayuda a enfocar nuestros esfuerzos y a darnos cuenta que para avanzar no es necesario matarnos trabajando, sencillamente hay que elegir de forma correcta las actividades a las que dedicamos nuestro tiempo.

¿Qué te parece este principio? ¿Ya lo conocías?

 

¿Emprender en 2020 o esperar a 2021 cuando todo se calme?

Muchas personas tenían metas para este 2020 y una de ellas definitivamente era la de por fin emprender o a impulsar mucho más el negocio que ya se tenía. Como todos ya sabemos, el COVID-19 cambió los planes de la mayoría, cerrando negocios, posponiendo proyectos y creando un ambiente de incertidumbre que aún hoy, 6 meses después de que todo esto empezara, se siente en el aire. Esto está tan masificado que incluso los típicos memes que solíamos ver en diciembre sobre “este año ya no alcancé a cumplir mis metas” los hemos tenido desde ahora. Incluso cuando hablas con varias personas estas te manifiestan que gran parte de sus sueños los han pospuesto hasta 2021, que prefieren esperar a que todo vuelva a la “normalidad”. Si eres una de las personas que está pensando en emprender pero no tienes claro si es un buen momento para hacerlo, en este artículo te compartiré algunos consejos para que puedas tomar una decisión.

El mundo no volverá a ser el mismo

Muchos esperan a que todo vuelva a la “normalidad”, cuando la realidad es que nada volverá a ser igual. El COVID-19 lo que realmente hizo fue acelerar una crisis que se presentaría a largo plazo. Es probable que en lo que se refiere a la forma como vivimos y nos cuidamos (el uso del tapabocas, las restricciones, etc) volverán en algún momento a lo que conocíamos antes, pero el impacto económico, las decisiones que las empresas están tomando para mantener sus flujos de caja, la inversión en tecnología que se está haciendo y mucho más seguirá avanzando.

La mejor decisión respecto a este punto ya sea si decides emprender ahora o en 1 año es reinventarse en conocimiento en la misma dirección que está mirando el mundo. Todo lo que sea digital será el futuro de la economía (y en realidad ya lo es), por lo que invertir en educación para entender cómo funciona el sistema será fundamental para cualquier momento de nuestra vida. Pero es aquí donde llega un punto interesante: las excusas.

Asegúrate de no estar usando la pandemia como excusa

La verdad es que muchas personas no están pensando conscientemente en sí este es un buen o mal momento, sencillamente están usando la pandemia como una excusa con mucho peso para no actuar. Mucha gente que quiere emprender lleva tiempo posponiendo esa decisión. Primero decían que era el dinero, luego que se estaban capacitando para hacerlo bien, luego que estaban esperando una super oportunidad y terminaron por llegar a decir que ya estaban listos para empezar, pero que mejor esperarían a 2021 cuando todo se calme.

Es verdad que el la pandemia cambió las reglas y que muchos negocios se vieron afectados, pero nada es más perjudicial para un emprendimiento que la inacción. Los negocios que peor la pasaron fueron aquellos que no tenían planes a largo plazo, ni planes de contingencia. Algunos dirán que la pandemia no podía predecirse y tienen razón, pero la crisis sí. Como emprendedores es necesario que siempre estemos informados sobre lo que está pasando en el mundo y en la economía y desde finales de 2019 se tenía claro que la economía caería en 2020. El COVID NO creó la crisis, sencillamente la aceleró. Aquellos negocios que sobrevivieron fueron los que:

  • Se anticiparon o…
  • Se reinventaron de forma rápida en medio de la crisis.

Así como hay negocios que desaparecieron, hubo otros que tomaron cartas en el asunto, se reinventaron y salieron con mayores ganancias que nunca antes. Es más, si estudiamos la historia de las grandes empresas del mundo descubriremos que la inmensa mayoría nacieron en medio de una crisis ¿cómo es esto posible? Pues porque las crisis no son eternas ni bloquean toda la economía. Si bien algunos sectores se ven afectados, otros se ven beneficiados y es precisamente así como funciona esto.

Ahora, si bien es posible empezar tu negocio en este 2020, no todas las personas se encuentran preparadas para hacerlo y de eso trata el siguiente punto.

¿Tienes un plan?

Muchos saben que quieren emprender, pero pocos saben siquiera qué es lo que harán, solo saben que quieren vender un producto/servicio, pero no tienen claro un plan que les permita salir adelante.

  • ¿Ya probaste lo que quieres vender?
  • ¿Ya sabes con certeza si existe un mercado (personas) que quiera comprar tu producto?
  • ¿Tienes un plan financiero?
  • ¿Ya sabes qué harás si el negocio no funciona?
  • ¿Tienes claros tus objetivos a corto, mediano y largo plazo y tienes una ruta específica de cómo vas a alcanzarlos?

Estas son solo algunas de las preguntas a las que ya deberías tener una respuesta y es muy probable que el 99% de quienes lean esto no sepan todo esto. Es aquí donde sale a colación una frase espectacular de Warren Buffet que es: “el riesgo viene de no saber lo que estás haciendo”. No es ni buena ni mala idea emprender en este momento, todo se resume en ¿sabes lo que estás haciendo? Los negocios no fracasaron porque llegó el COVID, si así fuera el 100% de los negocios existentes habría desaparecido, fracasaron por:

  • No entender la importancia del mundo digital.
  • No tener un plan de contingencia para la peor de las situaciones.
  • No reaccionar de forma correcta para solventar las pérdidas.

Yo lidero 3 negocios y las ventas cayeron un 50% en los primeros meses de pandemia. Para cualquier negocio eso es totalmente desastroso y para nosotros no fue la excepción; sin embargo, si bien no teníamos prevista una pandemia, sí teníamos previsto un plan en caso de que pasara lo peor. El resultado fue que pudimos hacer uso de los fondos de emergencia que llevábamos construyendo por mucho tiempo, reducir nuestros gastos tanto empresariales como personales y empezar a crear estrategias que nos mantuvieran a flote. Todo esto arrojó que pudiéramos sobrevivir, no tener la necesidad de despedir a ningún empleado (que suele ser la primera acción de muchas empresas sin pensar en el bienestar de esas personas) e incluso encontramos la manera de reinventar muchos aspectos de los negocios que en otras circunstancias no habíamos visto.

Carta para no abandonar tus sueños

¿Sientes que no puedes más, que no sabes si tomaste el camino correcto y ni siquiera sabes si todo lo que te esfuerzas cada día vale la pena? Tienes uno de esos días en los que el despertador suena y no quieres levantarte de la cama, no por sueño, sino por una fuerza que te aprieta el pecho, un sentimiento de no querer levantarte a enfrentar el mundo una vez más. Quisieras solo por un instante que el mundo se detuviera para tomarte un respiro y no sentir que el tiempo se te escapa, que las obligaciones se te vienen encima, que todo pareciera ir en contra de ti ¿Sabes por qué te entiendo? Porque ya he pasado por allí…

Y lo que quiero decirte es que está bien tener días así, está bien que las baterías se nos desgasten de vez en cuando, incluso está bien que aquello que tanto te apasionaba hacer hace un tiempo pareciera que ya no te llena tanto y que tal vez quieras emprender otro rumbo, todo eso está bien porque significa que estás creciendo… que ya no eres la misma persona de ayer, que ya te mueven otras cosas o que necesitas un respiro para regresar con mucha más fuerza…

Sentirte cansado y darte el tiempo para respirar no significa que abandonas tu sueño. Vivimos en una sociedad en la que si no te ven las 24 horas del día dedicado a algo te tratan como si no estuvieras comprometido lo cual es una completa mentira. Todos tenemos un límite el cual alcanzamos cada cierto tiempo y se vuelve NECESARIO darnos un momento para descansar, respirar, llorar, reír, jugar, perdernos y volvernos a encontrar, es parte de la vida y eso es lo maravilloso de ella.

¡Ey! ¡VAS MUY BIEN! ¿Sabes cómo lo sé? Porque estás viv@, porque independiente de las dificultades que tengas en este momento, las decisiones que has tomado en tu vida te han permitido estar aquí, ahora, leyendo esto. Deja de maltratarte por las cosas que consideras debiste haber hecho diferente porque te aseguro que en cada uno de esos momentos lo hiciste lo mejor que podías con la información que tenías en tu cabeza…

Y si llegaste hasta este punto estoy segura que tienes un sueño y quiero decirte que tienes todo para lograrlo, no importa si lo logras mañana o en 10 años, lo importante es que disfrutes el camino. Siempre he pensado que la mejor forma de tomarse la vida es como si fuera un largo viaje. Tienes un destino, meta o sueño al que quieres llegar, pero es delicioso hacer paradas en ciertos lugares, tomar rutas que tal vez no son directas pero que nos permiten conocer lugares y personas maravillosas. Siempre con la meta en mente, pero con la libertad de desviarte para experimentar e incluso descansar.

No abandones tus sueños… disfruta el lugar en el que estás y ve paso a paso porque sé que llegarás.

¡Un abrazo!

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